Santiago de la Marca, Presbítero (Memoria Libre)

noviembre 28, 2015

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Daniel 7:15-27

    15A mí, Daniel, se me turbó mi espíritu a causa de esto, y las visiones de mi cabeza me asustaron.
    16Me acerqué a uno de los que estaban en pie y le pedí la verdad sobre todo aquello. Él me habló y me hizo conocer la interpretación de aquellas cosas:
    17—Esas bestias gigantescas, que son cuatro, son cuatro reyes que surgirán de la tierra.
    18Pero recibirán el reino los santos del Altísimo y poseerán el reino por siempre, por los siglos de los siglos.
    19Entonces quise saber la verdad sobre la cuarta bestia —que era distinta de todas las demás, extraordinariamente terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba, y pisoteaba las sobras con sus pies—,
    20y sobre los diez cuernos que había en su cabeza y el otro que surgía y ante el que caían tres —el cuerno aquel con ojos y una boca que profería insolencias y cuyo aspecto era mayor que el de sus compañeros—.
    21Yo seguía mirando, y aquel cuerno hizo la guerra a los santos y los venció.
    22Hasta que llegó el anciano en días e hizo justicia a los santos del Altísimo, se cumplió el tiempo y los santos tomaron posesión del reino.
    23Respondió así:
    —La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra, y que será distinto de todos los reinos: devorará toda la tierra, la aplastará y la triturará.
    24Los diez cuernos son diez reyes que surgirán de su reino, y otro surgirá después de ellos. Ése será distinto de los anteriores y destronará a tres reyes:
    25pronunciará palabras contra el Altísimo, someterá a prueba a los santos del Altísimo y pretenderá cambiar los tiempos y la Ley. Serán entregados en su mano durante un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.
    26Pero se sentará el tribunal y le quitará su dominio, destruyéndolo y aniquilándolo definitivamente.
    27El reinado, el dominio y la grandeza de los reinos que hay bajo todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno, al que todos los soberanos temerán y se someterán.

  • Salmo Responsorial

    Daniel 3:82-87

    82Bendecid, hijos de los hombres, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    83Bendiga Israel al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    84Bendecid, sacerdotes del Señor, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    85Bendecid, siervos del Señor, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    86Bendecid, almas y espíritus justos, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    87Bendecid, santos y humildes de corazón, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

  • Evangelio

    Lucas 21:34-36

    34»Vigilaos a vosotros mismos, para que vuestros corazones no estén ofuscados por la crápula, la embriaguez y los afanes de esta vida, y aquel día no sobrevenga de improviso sobre vosotros,
    35porque caerá como un lazo sobre todos aquellos que habitan en la faz de toda la tierra.
    36Vigilad orando en todo tiempo, a fin de que podáis evitar todos estos males que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del Hombre.

  • Primera Lectura

    Eclesiástico 45:1-5

    1que fue amado por Dios y por los hombres:
    Moisés, de bendita memoria.
    2Le hizo semejante en gloria a los santos
    y le engrandeció para temor de los enemigos.
    3Por su palabra hizo bajar los prodigios,
    le glorificó ante los reyes; le dio autoridad ante su pueblo y le mostró su gloria.
    4Le santificó con fidelidad y con mansedumbre,
    le eligió entre toda carne.
    5Le hizo oír su voz;
    le introdujo dentro de la nube.
    6Le dio cara a cara los mandamientos,
    Ley de vida y de ciencia, para enseñar su alianza a Jacob y sus decretos a Israel.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 16:1-2, 5-8, 11

    1Mictam. De David.
    Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
    2Yo digo al Señor:
    «Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
    5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
    Tú sostienes mi parte.
    6Me ha tocado en suerte un lote hermoso;
    me agrada mi heredad.
    7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
    hasta de noche mi corazón me instruye.
    8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
    con Él a mi derecha, no vacilo.
    11Me enseñas la senda de la vida,
    saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. 

  • Evangelio

    Lucas 10:1-9

    1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
    2Y les decía:
    —La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
    3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.
    4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.
    5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».
    6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.
    7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.
    8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
    9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».