San Nicolás Tavelic, OFM, Presbítero, y Compañeros, Mártires (Memoria)

noviembre 14, 2015

Color: Rojo

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Sabiduría 18:14-16; 19:6-9

    18
    14Cuando un sereno silencio lo envolvía todo
    y la noche estaba a la mitad de su curso,
    15tu omnipotente Palabra desde el Cielo, desde los tronos reales,
    como guerrero implacable, se lanzó sobre aquella tierra desolada, llevando la espada afilada de tu orden terminante.
    16Deteniéndose, llenó todo de muerte.
    De una parte, tocaba el cielo; de otra, se apoyaba en la tierra.
    19
    6Pues la creación entera, en su propia naturaleza,
    tomaba de nuevo una forma distinta, sirviendo a tus órdenes, para que tus hijos fueran guardados incólumes.
    7La nube cubría con su sombra el campamento;
    donde antes estaba el agua se vio emerger la tierra seca, del Mar Rojo, un camino expedito, y de las olas violentas, una llanura verdeante.
    8Por ella pasó todo el pueblo, los protegidos por tu mano,
    contemplando pasmosos prodigios.
    9Pastaron como caballos
    retozaron como corderos, cantando tus alabanzas, Señor, su libertador.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 105:2-3, 36-37, 42-43

    2Cantadle, entonadle salmos,
    proclamad todas sus maravillas.
    3Gloriaos en su Nombre santo;
    que se alegre el corazón de los que buscan al Señor.
    36E hirió a todos los primogénitos en su tierra,
    las primicias de su vigor.
    37Pero a ellos los sacó con plata y oro,
    sin que hubiera en sus tribus quien se tambaleara.
    42Pues se acordó de su palabra santa,
    que había dado a Abrahán, su siervo.
    43Y sacó a su pueblo con gozo,
    a sus elegidos con gritos de júbilo.

  • Evangelio

    Lucas 18:1-8

    1Les proponía una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desfallecer,
    2diciendo:
    —Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres.
    3También había en aquella ciudad una viuda, que acudía a él diciendo: «Hazme justicia ante mi adversario».
    4Y durante mucho tiempo no quiso. Sin embargo, al final se dijo a sí mismo: «Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres,
    5como esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme».
    6Concluyó el Señor:
    —Prestad atención a lo que dice el juez injusto.
    7¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, y les hará esperar?
    8Os aseguro que les hará justicia sin tardanza. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?

  • Primera Lectura

    Romanos 8:31-39

    31¿Qué diremos a esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
    32El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas?
    33¿Quién presentará acusación contra los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica?
    34¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?
    35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?
    36Como dice la Escritura:
    Por tu causa somos llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas destinadas al matadero.
    37Pero en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó.
    38Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades,
    39ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor nuestro.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6-8, 17, 21

    3Inclina tu oído hacia mí,
    date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
    4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
    por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
    6En tus manos encomiendo mi espíritu:
    Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
    7Detestas a los que veneran ídolos vanos.
    Yo confío en el Señor.
    8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
    pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
    17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
    por tu misericordia, sálvame.
    21En lo secreto de tu presencia los ocultas
    de las intrigas humanas; en tu tienda los escondes de las lenguas pendencieras.

  • Evangelio

    Mateo 10:28-33

    28No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno.
    29¿No se vende un par de pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que lo permita vuestro Padre.
    30En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
    31Por tanto, no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos.
    32»A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
    33Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.