Lecturas diarias:
-
Primera Lectura
Nehemías 2:1-8
1El mes de Nisán del año veinte del rey Artajerjes estaba yo escanciando y sirviendo al rey el vino que tenía delante. Y aunque no me encontraba indispuesto en su presencia,2el rey me dijo:
—¿Por qué tienes mala cara, si no estás enfermo? Esto no es sino tristeza del corazón. Con mucho miedo3le respondí:
—Oh rey, ¡vive por siempre! ¿Cómo no va a estar triste mi rostro si la ciudad en la que están los sepulcros de mis padres está destruida y el fuego ha consumido sus puertas?4El rey me contestó:
—¿Qué me pides? Me encomendé al Dios de los cielos5y le respondí:
—Si al rey le parece bien y su siervo es de su agrado, que me envíe a Judá, a la ciudad en la que están los sepulcros de mis padres, para que la reconstruya.6El rey, que tenía a la reina sentada a su lado, me preguntó:
—¿Cuanto tiempo durará tu viaje, y cuándo regresarás? Al rey le pareció bien que me marchara durante el tiempo que yo le indiqué.7Aún le insistí:
—Si le parece bien al rey, que me entregue unas cartas para que los gobernadores del otro lado del río me dejen paso libre hasta llegar a Judá,8y otra para que Asaf, el guarda del jardín del rey, me proporcione madera para fabricar las puertas de la ciudadela del Templo, de las murallas de la ciudad, y de la casa en la que habite.
El rey me las entregó porque la mano de mi Dios estaba conmigo. -
Salmo Responsorial
Salmo 137:1-6
1Junto a los ríos de Babilonia,
allí nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión.2En los sauces, en medio de ella,
colgábamos nuestras cítaras.3Allí, los que nos deportaron nos pedían cantares,
nuestros opresores, diversión: «Cantadnos canciones de Sión».4¿Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extraña?5Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se paralice mi diestra;6que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusalén en el colmo de mi gozo. -
Evangelio
Lucas 9:57-62
57Mientras iban de camino, uno le dijo:
—Te seguiré adonde vayas.58Jesús le dijo:
—Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.59A otro le dijo:
—Sígueme. Pero éste contestó: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.60—Deja a los muertos enterrar a sus muertos —le respondió Jesús—; tú vete a anunciar el Reino de Dios.61Y otro dijo:
—Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de los de mi casa.62Jesús le dijo:
—Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.
-
Primera Lectura
2 Timoteo 3:14-17
14Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y creído, ya que sabes de quiénes lo aprendiste,15y porque desde niño conoces la Sagrada Escritura, que puede darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.16Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argumentar, para corregir y para educar en la justicia,17con el fin de que el hombre de Dios esté bien dispuesto, preparado para toda obra buena. -
Salmo Responsorial
Salmo 119:9-14
9(Bet) ¿Cómo podrá un joven mantener limpio su sendero?
Guardando tus palabras.10Con todo el corazón te busco;
no permitas que me desvíe de tus mandamientos.11En mi corazón he guardado tus palabras
para no pecar contra ti.12Bendito eres, Señor,
enséñame tus preceptos.13Con mis labios proclamo
todas las normas de tu boca.14En el camino de tus preceptos me deleito
más que en todas las riquezas. -
Evangelio
Mateo 13:47-52
47»Asimismo el Reino de los Cielos es como una red barredera que se echa en el mar y recoge toda clase de cosas.48Y cuando está llena la arrastran a la orilla, y se sientan para echar lo bueno en cestos, y lo malo tirarlo fuera.49Así será al fin del mundo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos50y los arrojarán al horno del fuego. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.51»¿Habéis entendido todo esto?
—Sí —le respondieron.52Él les dijo:
—Por eso, todo escriba instruido en el Reino de los Cielos es como un hombre, amo de su casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas.

