San Luis IX de Francia, Rey, Patrón de la Tercera Orden (Memoria)

agosto 25, 2015

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Tesalonicenses 2:1-8

    1Conocéis bien, hermanos, que nuestra estancia entre vosotros no fue infructuosa,
    2sino que, como sabéis, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, tuvimos confianza en nuestro Dios para predicaros el Evangelio de Dios en medio de muchos combates.
    3Nuestra exhortación no procede, por eso, del error ni de la impureza, ni es engañosa.
    4Al contrario, ya que Dios nos ha encontrado dignos de confiarnos el Evangelio, hablamos no como quien busca agradar a los hombres, sino a Dios, que ve el fondo de nuestros corazones.
    5Como sabéis, nunca nos hemos movido con palabras aduladoras, ni por avaricia disimulada —Dios es testigo—,
    6ni buscando gloria humana, ni de vosotros ni de nadie.
    7Aunque, como apóstoles de Cristo, podríamos haber impuesto el peso de nuestra autoridad, sin embargo nos comportamos con dulzura entre vosotros. Como una madre que da alimento y calor a sus hijos,
    8así, movidos por nuestro amor, queríamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestras propias vidas, ¡tanto os llegamos a querer!

  • Salmo Responsorial

    Salmo 139:1-3, 4-6

    1Al maestro de coro. De David. Salmo.
    Señor, Tú me examinas y me conoces.
    2Tú sabes cuándo me siento y me levanto.
    Penetras desde lejos mis pensamientos.
    3Camine o descanse, Tú lo adviertes;
    todas mis sendas te son familiares.
    4Pues aún no está una palabra en mi lengua,
    y ya, Señor, la conoces toda.
    5Me aprietas por detrás y por delante,
    en mí tienes puesta tu mano.
    6Misterioso es para mí este saber;
    demasiado elevado, no puedo alcanzarlo.

  • Evangelio

    Mateo 23:23-26

    23»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, pero habéis abandonado lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que hacer esto sin abandonar lo otro.
    24¡Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello!
    25»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro quedan llenos de rapiña y de inmundicia!
    26Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro de la copa, para que llegue a estar limpio también lo de fuera.

  • Primera Lectura

    Isaías 58:6-11

    6¿El ayuno que prefiero no es más bien
    romper las cadenas de la iniquidad, soltar las ataduras del yugo, dejar libres a los oprimidos y quebrar todo yugo?
    7¿No es compartir tu pan con el hambriento,
    e invitar a tu casa a los pobres sin asilo? Al que veas desnudo, cúbrelo y no te escondas de quien es carne tuya.
    8Entonces tu luz despuntará como la aurora,
    y tu curación aparecerá al instante, tu justicia te precederá y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
    9Entonces clamarás, y el Señor te responderá,
    pedirás socorro, y Él te dirá: «Aquí estoy». Si apartas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo, y la maledicencia,
    10y ofreces tu propio sustento al hambriento,
    y sacias el alma afligida, entonces tu luz despuntará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.
    11El Señor te guiará de continuo,
    saciará tu alma en las regiones áridas, dará fuerza a tus huesos, y serás como huerto regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 112:1-9

    1Aleluya.
    (Alef) Dichoso el hombre que teme al Señor, (Bet) y se complace de lleno en sus mandamientos.
    2(Guímel) Poderoso en la tierra será su linaje.
    (Dálet) Bendita será la descendencia de los rectos.
    3(He) En su casa habrá fortuna y riqueza;
    (Vav) su justicia permanecerá para siempre.
    4(Záin) Para los rectos brilla como luz en las tinieblas,
    (Het) el clemente, compasivo y justo.
    5(Tet) Feliz el hombre compasivo y que presta,
    (Yod) y que administra sus asuntos con justicia;
    6(Kaf) no vacilará jamás.
    (Lámed) El justo será siempre recordado;
    7(Mem) no temerá las malas noticias;
    (Nun) su corazón está firme, confiado en el Señor;
    8(Sámek) su corazón está seguro, sin temer,
    (Áin) hasta que mire por encima a sus enemigos.
    9(Pe) Reparte generosamente a los pobres;
    (Sade) su justicia permanece para siempre; (Qof) lleva alta su frente con honor.

  • Evangelio

    Mateo 22:34-40

    34Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se pusieron de acuerdo,
    35y uno de ellos, doctor de la ley, le preguntó para tentarle:
    36—Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
    37Él le respondió:
    —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.
    38Éste es el mayor y el primer mandamiento.
    39El segundo es como éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    40De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

  • Primera Lectura

    Sabiduría 10:10-14

    10Ella, al justo que huía de la ira de su hermano
    lo condujo por senderos rectos; le mostró el Reino de Dios y le concedió la ciencia de las cosas santas. Le dio éxito en las fatigas y llenó de fruto sus trabajos.
    11Le asistió frente a la codicia de los opresores
    y lo hizo rico.
    12Le defendió de sus enemigos
    y le mantuvo seguro de los que le acechaban. Le otorgó el premio tras el duro combate, para que supiera que la piedad es lo más fuerte de todo.
    13Ella no abandonó al justo vendido a precio,
    sino que le libró de caer en pecado;
    14bajó con él a la prisión
    y no le abandonó en las cadenas, hasta traerle el cetro real y el poder sobre los que le oprimían. Manifestó que quienes le acusaban eran unos mentirosos y le otorgó gloria eterna.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 89:8, 12, 20, 22, 27-28

    8Dios es temible en el consejo de los santos,
    grande y terrible sobre cuantos le rodean.
    12Tuyos son los cielos, tuya es la tierra;
    el orbe y cuanto lo llena, Tú los fundaste.
    20Un día hablaste en visión
    a tus fieles, diciéndoles: «He prestado mi ayuda a un héroe, he exaltado entre el pueblo a un elegido.
    22Mi mano estará firme con él,
    mi brazo le hará fuerte.
    27Él me invocará: “Tú eres mi Padre,
    mi Dios, la Roca de mi salvación”.
    28Yo lo constituiré mi primogénito,
    el más eximio entre los reyes de la tierra.

  • Evangelio

    Lucas 19:12-19

    12Dijo pues:
    —Un hombre noble marchó a una tierra lejana a recibir la investidura real y volverse.
    13Llamó a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: «Negociad hasta mi vuelta».
    14Sus ciudadanos le odiaban y enviaron una embajada tras él para decir: «No queremos que éste reine sobre nosotros».
    15Al volver, recibida ya la investidura real, mandó llamar ante sí a aquellos siervos a quienes había dado el dinero, para saber cuánto habían negociado.
    16Vino el primero y dijo: «Señor, tu mina ha producido diez».
    17Y le dijo: «Muy bien, siervo bueno, porque has sido fiel en lo poco, ten potestad sobre diez ciudades».
    18Vino el segundo y dijo: «Señor, tu mina ha producido cinco».
    19Le dijo a éste: «Tú ten también el mando de cinco ciudades».