Santa Escolástica, Virgen (Memoria)

febrero 10, 2015

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Génesis 1:20--2:4

    1
    20Dijo Dios:
    —Que las aguas se llenen de seres vivos, y que vuelen las aves sobre la tierra surcando el firmamento del cielo.
    21Y Dios creó los grandes cetáceos y todos los seres vivos que serpean y llenan las aguas según su especie, y todas las aves aladas según su especie. Y vio Dios que era bueno.
    22Y los bendijo Dios diciendo:
    —Creced, multiplicaos y llenad las aguas de los mares; y que las aves se multipliquen en la tierra.
    23Hubo tarde y hubo mañana: día quinto.
    24Dijo Dios:
    —Produzca la tierra seres vivos según su especie, ganados, reptiles y animales salvajes según su especie. Y así fue.
    25Dios hizo los animales salvajes según su especie, los ganados según su especie y todos los reptiles del campo según su especie. Y vio Dios que era bueno.
    26Dijo Dios:
    —Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza. Que dominen sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, sobre todos los animales salvajes y todos los reptiles que se mueven por la tierra.
    27Y creó Dios al hombre a su imagen,
    a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó.
    28Y los bendijo Dios, y les dijo:
    —Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que reptan por la tierra.
    29Y dijo Dios:
    —He aquí que os he dado todas las plantas portadoras de semilla que hay en toda la superficie de la tierra, y todos los árboles que dan fruto con semilla; esto os servirá de alimento.
    30A todas las fieras, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser vivo, la hierba verde le servirá de alimento. Y así fue.
    31Y vio Dios todo lo que había hecho; y he aquí que era muy bueno. Hubo tarde y hubo mañana: día sexto.
    2
    1Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y todo su ornato.
    2Terminó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y descansó en el día séptimo de toda la obra que había hecho.
    3Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque ese día descansó Dios de toda la obra que había realizado en la creación.
    4Éstos fueron los orígenes del cielo y de la tierra al ser creados.
    Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo,

  • Salmo Responsorial

    Salmo 8:4-9

    4Cuando veo los cielos, obra de tus dedos,
    la luna y las estrellas, que Tú pusiste,
    5¿qué es el hombre, para que de él te acuerdes,
    y el hijo de Adán, para que te cuides de él?
    6Lo has hecho poco menor que los ángeles,
    le has coronado de gloria y honor.
    7Le das el mando sobre las obras de tus manos.
    Todo lo has puesto bajo sus pies:
    8ovejas y bueyes,
    bestias del campo,
    9aves del cielo, peces del mar,
    cuanto cruza las rutas del piélago.

  • Evangelio

    Marcos 7:1-13

    1Se reunieron junto a él los fariseos y algunos escribas que habían llegado de Jerusalén,
    2y vieron a algunos de sus discípulos que comían los panes con manos impuras, es decir, sin lavar.
    3Pues los fariseos y todos los judíos nunca comen si no se lavan las manos muchas veces, observando la tradición de los mayores;
    4y cuando llegan de la plaza no comen, si no se purifican; y hay otras muchas cosas que guardan por tradición: purificaciones de las copas y de las jarras, de las vasijas de cobre y de los lechos.
    5Y le preguntaban los fariseos y los escribas:
    —¿Por qué tus discípulos no se comportan conforme a la tradición de los mayores, sino que comen el pan con manos impuras?
    6Él les respondió:
    —Bien profetizó Isaías de vosotros, los hipócritas, como está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mí.
    7Inútilmente me dan culto,
    mientras enseñan doctrinas que son preceptos humanos.
    8»Abandonando el mandamiento de Dios, retenéis la tradición de los hombres.
    9Y les decía:
    —¡Qué bien anuláis el mandamiento de Dios, para guardar vuestra tradición!
    10Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre. Y el que maldiga a su padre o a su madre, que sea castigado con la muerte.
    11Vosotros, en cambio, decís que si un hombre le dice a su padre o a su madre: «Que sea declarada Corbán —que significa “ofrenda”— cualquier cosa que pudieras recibir de mí»,
    12ya no le permitís hacer nada por el padre o por la madre.
    13Con ello anuláis la palabra de Dios por vuestra tradición, que vosotros mismos habéis establecido; y hacéis otras muchas cosas parecidas a éstas.

  • Primera Lectura

    El Cantar de los Cantares 8:6-7

    6Grábame como un sello en tu corazón,
    como un sello en tu brazo, que fuerte como la muerte es el amor, tenaz como el averno, la pasión. Sus ascuas son ascuas de fuego, sus llamas, llamas del Señor.
    7Los océanos no serían capaces
    de extinguir el amor, ni los ríos de anegarlo. Si alguien quisiera comprar el amor con toda la fortuna de su casa, hallaría el mayor desprecio.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 148:1-2, 11-14

    1¡Aleluya!
    Alabad al Señor desde los cielos, alabadle en las alturas.
    2Alabadle, todos sus ángeles,
    alabadle, todos sus ejércitos.
    11reyes de la tierra y todos los pueblos,
    príncipes y los que gobiernan la tierra;
    12jóvenes y doncellas,
    ancianos y niños:
    13alaben el Nombre del Señor,
    porque sólo su Nombre es sublime; su majestad se extiende sobre tierra y cielos.
    14Él ensalzó el poder de su pueblo.
    Es el himno de alabanza para todos sus fieles, para los hijos de Israel, para el pueblo de su intimidad. ¡Aleluya! 

  • Evangelio

    Lucas 10:38-42

    38Cuando iban de camino entró en cierta aldea, y una mujer que se llamaba Marta le recibió en su casa.
    39Tenía ésta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
    40Pero Marta andaba afanada con numerosos quehaceres y poniéndose delante dijo:
    —Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en las tareas de servir? Dile entonces que me ayude.
    41Pero el Señor le respondió:
    —Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas.
    42Pero una sola cosa es necesaria: María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada.