San Nicolás Tavelic, OFM, Presbítero, y Compañeros, Mártires (Memoria)

noviembre 14, 2014

Color: Rojo

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    2 Juan 4-9

    4Me alegré mucho al haber encontrado entre tus hijos a quienes caminan en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.
    5Y ahora te ruego, Señora, no como escribiéndote un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el principio: que nos amemos unos a otros.
    6Y en esto consiste el amor: en que caminemos conforme a sus mandamientos. Éste es el mandamiento, tal y como habéis oído desde el principio: que caminéis en el amor.
    7Porque han aparecido en el mundo muchos seductores, que no confiesan a Jesucristo venido en carne. Ése es el seductor y el Anticristo.
    8Mirad por vosotros, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis la recompensa plena.
    9Todo el que se sale de la doctrina de Cristo, y no permanece en ella, no posee a Dios; quien permanece en la doctrina, ése posee al Padre y al Hijo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 119:1-2, 10-11, 17-18

    1(Alef) Dichosos los de conducta íntegra,
    los que caminan en la Ley del Señor.
    2Dichosos los que guardan sus preceptos
    y le buscan de todo corazón;
    10Con todo el corazón te busco;
    no permitas que me desvíe de tus mandamientos.
    11En mi corazón he guardado tus palabras
    para no pecar contra ti.
    17(Guímel) Favorece a tu siervo
    para vivir y guardar tu palabra.
    18Abre mis ojos para contemplar
    las maravillas de tu Ley.

  • Evangelio

    Lucas 17:26-37

    26Y como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre.
    27Comían y bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio e hizo perecer a todos.
    28Lo mismo sucedió en los días de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, plantaban y edificaban;
    29pero el día en que salió Lot de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los hizo perecer a todos.
    30Del mismo modo sucederá el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.
    31Ese día, quien esté en el terrado y tenga sus cosas en la casa, que no baje por ellas; y lo mismo quien esté en el campo, que no vuelva atrás.
    32Acordaos de la mujer de Lot.
    33Quien pretenda guardar su vida la perderá; y quien la pierda la conservará viva.
    34Yo os digo que esa noche estarán dos en el mismo lecho: uno será tomado y el otro dejado.
    35Estarán dos moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada. 
    37Y a esto le dijeron:
    —¿Dónde, Señor? Él les respondió: —Dondequiera que esté el cuerpo, allí se reunirán los buitres.

  • Primera Lectura

    Romanos 8:31-39

    31¿Qué diremos a esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
    32El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas?
    33¿Quién presentará acusación contra los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica?
    34¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?
    35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?
    36Como dice la Escritura:
    Por tu causa somos llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas destinadas al matadero.
    37Pero en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó.
    38Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades,
    39ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor nuestro.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6-8, 17, 21

    3Inclina tu oído hacia mí,
    date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
    4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
    por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
    6En tus manos encomiendo mi espíritu:
    Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
    7Detestas a los que veneran ídolos vanos.
    Yo confío en el Señor.
    8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
    pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
    17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
    por tu misericordia, sálvame.
    21En lo secreto de tu presencia los ocultas
    de las intrigas humanas; en tu tienda los escondes de las lenguas pendencieras.

  • Evangelio

    Mateo 10:28-33

    28No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno.
    29¿No se vende un par de pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que lo permita vuestro Padre.
    30En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
    31Por tanto, no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos.
    32»A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
    33Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.