San Francisco Xavier, Presbítero (Memoria)

diciembre 3, 2013

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Isaías 11:1-10

    1Saldrá un vástago de la cepa de Jesé, y de sus raíces florecerá un retoño.
    2Sobre él reposará el Espíritu del Señor,
    espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor.
    3Y lo inspirará con el temor del Señor.
    No juzgará según las apariencias, ni decidirá según los rumores;
    4sino que juzgará con justicia a los desvalidos,
    y decidirá con rectitud a favor de los pobres de la tierra. Golpeará al país con la vara de su boca, y matará al impío con el soplo de sus labios.
    5La justicia será el ceñidor de su cintura,
    y la fe, el cinturón de sus caderas.
    6Entonces el lobo convivirá con el cordero,
    el leopardo se tumbará con el cabrito, ternero y león joven engordarán juntos, y un niño pequeño los guiará.
    7La vaca pacerá con la osa,
    sus crías se recostarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja.
    8El niño de pecho jugará junto al agujero del áspid
    y el destetado meterá su mano en la madriguera de la víbora.
    9Nadie hará mal ni causará daño
    en todo mi monte santo, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, como las aguas que cubren el mar.
    10Aquel día, la raíz de Jesé
    se alzará como bandera para los pueblos, la buscarán las naciones, y su morada será gloriosa.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 72:1, 7-8, 12-13, 17

    1De Salomón.
    Dios mío, concede tu juicio al rey y tu justicia al hijo del rey.
    7Florezca en sus días la justicia,
    y haya paz abundante mientras perdure la luna.
    8Domine de mar a mar,
    desde el Río hasta los confines de la tierra.
    12Porque él librará al desvalido que clama
    y al pobre que no tiene amparo.
    13Tendrá piedad del débil y del desvalido
    y salvará la vida de los indigentes.
    17Su nombre subsistirá por siempre,
    su nombre se perpetuará mientras dure el sol. En él serán benditas todas las tribus de la tierra; todas las naciones lo proclamarán dichoso.

  • Evangelio

    Lucas 10:21-24

    21En aquel mismo momento se llenó de gozo en el Espíritu Santo y dijo:
    —Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
    22Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
    23Y volviéndose hacia los discípulos les dijo aparte:
    —Bienaventurados los ojos que ven lo que estáis viendo.
    24Pues os aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros estáis viendo y no lo vieron; y oír lo que estáis oyendo y no lo oyeron.

  • Primera Lectura

    1 Corintios 9:16-19, 22-23

    16Porque si evangelizo, no es para mí motivo de gloria, pues es un deber que me incumbe. ¡Ay de mí si no evangelizara!
    17Si lo hiciera por propia iniciativa, tendría recompensa; pero si lo hago por mandato, cumplo una misión encomendada.
    18¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, sin hacer valer mis derechos por el Evangelio.
    19Porque siendo libre de todos, me hice siervo de todos para ganar a cuantos más pueda.
    22Me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me he hecho todo para todos, para salvar de cualquier manera a algunos.
    23Y todo lo hago por el Evangelio, para tener yo también parte en él.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 117:1-2

    1¡Aleluya!
    Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos.
    2Porque firme es con nosotros su misericordia,
    la fidelidad del Señor permanece para siempre. 

  • Evangelio

    Marcos 16:15-20

    15Y les dijo:
    —Id al mundo entero y predicad el Evangelio a todo lo creado.
    16El que crea y sea bautizado será salvado; pero el que no crea será condenado.
    17A los que crean acompañarán estos signos: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas,
    18agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados.
    19El Señor, Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
    20Y ellos, partiendo de allí, predicaron por todas partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la acompañaban.