San Martín de Tours, Obispo (Memoria)

noviembre 11, 2013

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Sabiduría 1:1-7

    1Amad la justicia, los que gobernáis la tierra, pensad con bondad en las cosas del Señor,
    y buscadle con sencillez de corazón.
    2Porque se deja hallar por los que no le tientan,
    se manifiesta a los que no le niegan su fe.
    3Pero los razonamientos retorcidos apartan de Dios,
    y su poder, puesto a prueba, recrimina a los insensatos.
    4La sabiduría no penetra en un alma maliciosa,
    ni habita en un cuerpo dominado por el pecado.
    5El espíritu santo, maestro, rehúye del engaño,
    se aleja de los razonamientos necios y será recriminado al sobrevenir la iniquidad.
    6La sabiduría es un espíritu que ama a los hombres,
    pero no dejará sin castigo al que blasfema con sus labios; porque Dios es testigo de sus interioridades, vigilante veraz de su corazón, y escucha su lengua.
    7El espíritu del Señor llena la tierra,
    y, al contener todas las cosas, conoce bien cualquier voz.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 139:1-10

    1Al maestro de coro. De David. Salmo.
    Señor, Tú me examinas y me conoces.
    2Tú sabes cuándo me siento y me levanto.
    Penetras desde lejos mis pensamientos.
    3Camine o descanse, Tú lo adviertes;
    todas mis sendas te son familiares.
    4Pues aún no está una palabra en mi lengua,
    y ya, Señor, la conoces toda.
    5Me aprietas por detrás y por delante,
    en mí tienes puesta tu mano.
    6Misterioso es para mí este saber;
    demasiado elevado, no puedo alcanzarlo.
    7¿Adónde alejarme de tu espíritu?
    ¿Adónde huir de tu presencia?
    8Si subo al cielo, allí estás Tú;
    si bajo hasta el sheol, allí te encuentras.
    9Si monto en las alas de la aurora
    y habito en los confines del mar,
    10también allí me guiará tu mano,
    me sujetará tu diestra.

  • Evangelio

    Lucas 17:1-6

    1Les dijo a sus discípulos:
    —Es imposible que no vengan los escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!
    2Más le valdría que le ajustaran al cuello una piedra de molino y que le arrojaran al mar, que escandalizar a uno de esos pequeños:
    3andaos con cuidado.
    »Si tu hermano peca, repréndele; y, si se arrepiente, perdónale.
    4Y si peca siete veces al día contra ti, y siete veces vuelve a ti, diciendo: «Me arrepiento», le perdonarás.
    5Los apóstoles le dijeron al Señor:
    —Auméntanos la fe.
    6Respondió el Señor:
    —Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a esta morera: arráncate y plántate en el mar, y os obedecería.

  • Primera Lectura

    Isaías 61:1-3

    1El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
    Me ha enviado para llevar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, anunciar la redención a los cautivos, y a los prisioneros la libertad;
    2para anunciar el año de gracia del Señor,
    el día de venganza de nuestro Dios; a consolar a los que hacen duelo,
    3a restaurar a los que hacen duelo en Sión
    dándoles diadema en vez de ceniza, óleo de gozo en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido. Y se les llamará: «Encinas de justicia», «plantación del Señor», para manifestar su gloria.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 89:2-5, 21-22, 25, 27

    2Las misericordias del Señor cantaré eternamente;
    de generación en generación anunciaré con mi boca tu fidelidad.
    3Pues he dicho:
    «La misericordia está edificada para siempre; tu fidelidad está firme en los cielos».
    4«Una alianza sellé con mi elegido,
    juré a David, mi siervo:
    5“Afirmaré tu descendencia para siempre,
    construiré tu trono por todas las generaciones”». (Pausa)
    21He hallado a David, mi siervo,
    lo he ungido con mi óleo santo.
    22Mi mano estará firme con él,
    mi brazo le hará fuerte.
    25Con él estarán mi fidelidad y misericordia,
    y en mi Nombre será exaltado su poder.
    27Él me invocará: “Tú eres mi Padre,
    mi Dios, la Roca de mi salvación”.

  • Evangelio

    Mateo 25:31-40

    31»Cuando venga el Hijo del Hombre en su gloria y acompañado de todos los ángeles, se sentará entonces en el trono de su gloria,
    32y serán reunidas ante él todas las gentes; y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos,
    33y pondrá las ovejas a su derecha, los cabritos en cambio a su izquierda.
    34Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo:
    35porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era peregrino y me acogisteis;
    36estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme».
    37Entonces le responderán los justos: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?;
    38¿cuándo te vimos peregrino y te acogimos, o desnudo y te vestimos?,
    39o ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a verte?»
    40Y el Rey, en respuesta, les dirá: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis».