Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Apocalipsis 15:1-4
1Vi en el cielo otro signo grande y admirable: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas culmina la ira de Dios.2Vi también como un mar de cristal mezclado con fuego, y a los que vencieron a la bestia y a su imagen y al número de su nombre, que estaban de pie sobre el mar de cristal llevando las cítaras de Dios.3Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero:
«¡Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente! ¡Justos y verdaderos tus caminos, Rey de las naciones!4¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre? Porque sólo Tú eres Santo, porque todas las naciones vendrán y se postrarán en tu presencia, porque tus juicios se han manifestado». -
Salmo Responsorial
Salmo 98:1-3, 7-9
1Salmo.
Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha salvado, su santo brazo.2El Señor ha dado a conocer su salvación;
ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.3Se acordó de su misericordia y fidelidad
con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.7Brame el mar y cuanto lo llena,
el orbe y sus habitantes.8Aplaudan los ríos,
festejen a una las montañas9ante el Señor, que ya viene a juzgar la tierra:
juzgará al orbe con justicia, y a los pueblos con rectitud. -
Evangelio
Lucas 21:12-19
12Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre:13esto os sucederá para dar testimonio.14Así pues, convenceos de que no debéis tener preparado de antemano cómo os vais a defender;15porque yo os daré palabras y sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.16Seréis entregados incluso por padres y hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros,17y seréis odiados por todos a causa de mi nombre.18Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.19Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
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Primera Lectura
Eclesiástico 45:1-5
1que fue amado por Dios y por los hombres:
Moisés, de bendita memoria.2Le hizo semejante en gloria a los santos
y le engrandeció para temor de los enemigos.3Por su palabra hizo bajar los prodigios,
le glorificó ante los reyes; le dio autoridad ante su pueblo y le mostró su gloria.4Le santificó con fidelidad y con mansedumbre,
le eligió entre toda carne.5Le hizo oír su voz;
le introdujo dentro de la nube.6Le dio cara a cara los mandamientos,
Ley de vida y de ciencia, para enseñar su alianza a Jacob y sus decretos a Israel. -
Salmo Responsorial
Salmo 16:1-2, 5-8, 11
1Mictam. De David.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.2Yo digo al Señor:
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
Tú sostienes mi parte.6Me ha tocado en suerte un lote hermoso;
me agrada mi heredad.7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
hasta de noche mi corazón me instruye.8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
con Él a mi derecha, no vacilo.11Me enseñas la senda de la vida,
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. -
Evangelio
Lucas 10:1-9
1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.2Y les decía:
—La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».

