Conmemoración de Todos los Difuntos de la Orden Seráfica (Memoria)

noviembre 5, 2012

Color: morado

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Sabiduría 3:1-9

    1Pero las almas de los justos están en manos de Dios y no les tocará tormento.
    2A los ojos de los necios parecía que morían,
    su partida era considerada una desdicha
    3y la separación de nosotros, exterminio;
    pero ellos están en la paz.
    4Porque, si a la vista de los hombres sufrían castigo,
    ellos esperaban plenamente la inmortalidad:
    5a cambio de una leve pena recibirán grandes bienes,
    porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de Él.
    6Los probó como oro en el crisol,
    los aceptó como sacrificio de holocausto.
    7A la hora de su prueba resplandecerán
    y se propagarán como chispas en cañaveral.
    8Juzgarán a naciones y dominarán a pueblos,
    y el Señor reinará sobre ellos para siempre.
    9Los que confían en Él comprenderán la verdad,
    los que son fieles en el amor permanecerán junto a Él, porque la gracia y la misericordia son para sus santos y Él mira por sus elegidos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 23:1-6

    1Salmo. De David.
    El Señor es mi pastor, nada me falta.
    2En verdes prados me hace reposar;
    hacia aguas tranquilas me guía;
    3reconforta mi alma,
    me conduce por sendas rectas por honor de su Nombre.
    4Aunque camine por valles oscuros,
    no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.
    5Preparas una mesa para mí
    frente a mis adversarios. Unges con óleo mi cabeza, mi copa rebosa.
    6Tu bondad y misericordia me acompañan
    todos los días de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor por dilatados días. 

  • Evangelio

    Juan 6:37-40

    37Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que viene a mí no lo echaré fuera,
    38porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la voluntad de Aquel que me ha enviado.
    39Ésta es la voluntad de Aquel que me ha enviado: que no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite en el último día.
    40Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.