Santa Teresa de Jesús, Virgen, Doctora de la Iglesia (Memoria)

octubre 15, 2012

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Gálatas 4:22-24, 26-27, 31--5:1

    4
    22Pues está escrito que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre.
    23Pero el de la esclava nació según la carne; en cambio, el de la libre, en virtud de la promesa.
    24Todo esto tiene un sentido alegórico, porque estas mujeres representan los dos testamentos: uno, el del Monte Sinaí, que engendra esclavos, es Agar.
    26En cambio, la Jerusalén de arriba es libre, y es nuestra madre;
    27pues está escrito:
    Alégrate, estéril, que no das a luz; rompe en gritos de júbilo, tú que no sufres dolores de parto, porque son muchos los hijos de la abandonada, más que los de la que tiene marido.
    31Por tanto, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
    5
    1Para esta libertad Cristo nos ha liberado. Manteneos, por eso, firmes, y no os dejéis sujetar de nuevo bajo el yugo de la servidumbre.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 113:1-7

    1¡Aleluya!
    Alabad, siervos del Señor, alabad el Nombre del Señor.
    2Bendito sea el Nombre del Señor,
    ahora y por siempre, sin fin.
    3Desde la salida del sol hasta el ocaso,
    alabado sea el Nombre del Señor.
    4Excelso sobre todas las naciones es el Señor,
    por encima de los cielos está su gloria.
    5¿Quién como el Señor, nuestro Dios,
    que se sienta en las alturas,
    6y se abaja para mirar los cielos y la tierra?
    7Él levanta del polvo al indigente,
    y del estiércol hace subir al mísero,

  • Evangelio

    Lucas 11:29-32

    29Habiéndose reunido una gran muchedumbre, comenzó a decir:
    —Esta generación es una generación perversa; busca una señal y no se le dará otra señal que la de Jonás.
    30Porque, así como Jonás fue señal para los habitantes de Nínive, del mismo modo lo será también el Hijo del Hombre para esta generación.
    31La reina del Sur se levantará en el Juicio contra los hombres de esta generación y los condenará: porque vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y daos cuenta de que aquí hay algo más que Salomón.
    32Los hombres de Nínive se levantarán en el Juicio contra esta generación y la condenarán: porque ellos se convirtieron ante la predicación de Jonás, y daos cuenta de que aquí hay algo más que Jonás.

  • Primera Lectura

    Romanos 8:22-27

    22Pues sabemos que la creación entera gime y sufre con dolores de parto hasta el momento presente.
    23Y no sólo ella, sino que nosotros, que poseemos ya los primeros frutos del Espíritu, también gemimos en nuestro interior aguardando la adopción de hijos, la redención de nuestro cuerpo.
    24Porque hemos sido salvados por la esperanza. Ahora bien, una esperanza que se ve no es esperanza; pues ¿acaso uno espera lo que ve?
    25Por eso, si esperamos lo que no vemos, lo aguardamos mediante la paciencia.
    26Asimismo también el Espíritu acude en ayuda de nuestra flaqueza: porque no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.
    27Pero el que sondea los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, porque intercede según Dios en favor de los santos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 19:8-11

    8La Ley del Señor es perfecta; reconforta el alma.
    El mandato del Señor es firme, instruye al sencillo.
    9Los preceptos del Señor son rectos,
    alegran el corazón. Los mandamientos del Señor son puros, dan luz a los ojos.
    10El temor del Señor es limpio,
    dura por siempre. Los juicios del Señor son veraces, son enteramente justos,
    11más preciosos que el oro, que el oro más fino,
    más dulces que la miel que destila el panal.

  • Evangelio

    Juan 15:1-8

    1»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.
    2Todo sarmiento que en mí no da fruto lo corta, y todo el que da fruto lo poda para que dé más fruto.
    3Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.
    4Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
    5Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada.
    6Si alguno no permanece en mí es arrojado fuera, como los sarmientos, y se seca; luego los recogen, los arrojan al fuego y arden.
    7Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se os concederá.
    8En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto y seáis discípulos míos.