Sábado Memoria de la Santísima Virgen María

septiembre 22, 2012

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Corintios 15:35-37, 42-49

    35Pero dirá alguno: «¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida?»
    36Necio. Lo que tú siembras no revive si antes no muere;
    37y lo que siembras no es el cuerpo que llegará a ser, sino un simple grano, de trigo por ejemplo, o de alguna otra cosa.
    42Así será en la resurrección de los muertos: se siembra en corrupción, resucita en incorrupción;
    43se siembra en vileza, resucita en gloria; se siembra en debilidad, resucita en poder;
    44se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual.
    Porque si hay un cuerpo natural, también lo hay espiritual.
    45Así está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho ser vivo; el último Adán, espíritu que da vida.
    46Pero no es primero lo espiritual, sino lo natural; después lo espiritual.
    47El primer hombre, sacado de la tierra, es terreno; el segundo hombre es del cielo.
    48Como el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como el celestial, así son los celestiales.
    49Y como hemos llevado la imagen del hombre terreno, llevaremos también la imagen del hombre celestial.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 56:10-14

    10Entonces retrocederán mis enemigos,
    el día en que yo invoque; pues esto sé, que Dios está de mi parte.
    11De Dios alabo la palabra,
    del Señor alabo la palabra
    12en Dios confío, no temo:
    ¿qué podrá hacerme un hombre?
    13Soy deudor, Dios mío,
    de los votos que te hice, cumpliré los sacrificios de alabanza que te debo;
    14porque has librado mi alma de la muerte,
    y mis pies de los tropiezos, para caminar en la presencia de Dios, en la luz de los vivientes. 

  • Evangelio

    Lucas 8:4-15

    4Reuniéndose una gran muchedumbre que de todas las ciudades acudía a él, dijo esta parábola:
    5—Salió el sembrador a sembrar su semilla; y al echar la semilla, parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y se la comieron las aves del cielo.
    6Parte cayó sobre piedras, y cuando nació se secó por falta de humedad.
    7Otra parte cayó en medio de las espinas, y habiendo crecido con ella las espinas la ahogaron.
    8Y otra cayó en la tierra buena, y cuando nació dio fruto al ciento por uno.
    Dicho esto, exclamó: —El que tenga oídos para oír, que oiga.
    9Entonces sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
    10Él les dijo:
    —A vosotros se os ha concedido el conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los demás, sólo a través de parábolas, de modo que viendo no vean y oyendo no entiendan.
    11»El sentido de la parábola es éste: la semilla es la palabra de Dios.
    12Los que están junto al camino son aquellos que han oído; pero viene luego el diablo y se lleva la palabra de su corazón, no sea que creyendo se salven.
    13Los que están sobre piedras son aquellos que, cuando oyen, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; éstos creen durante algún tiempo, pero a la hora de la tentación se vuelven atrás.
    14Lo que cayó entre espinos son los que oyeron, pero en su caminar se ahogan a causa de las preocupaciones, riquezas y placeres de la vida y no llegan a dar fruto.
    15Y lo que cayó en tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón bueno y generoso, la conservan y dan fruto mediante la perseverancia.