San Benedict, Abad (Memoria)

julio 11, 2012

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Oseas 10:1-3, 7-8, 12

    1Vid frondosa era Israel produciendo fruto a su aire: cuanto más aumentaba su fruto, más aumentaba los altares; cuanto mejor era su tierra, mejores hacía las estelas. 2Su corazón es doble, mas ahora van a expiar; él romperá sus altares, demolerá sus estelas. 3Entonces dirán: «No tenemos rey, porque no hemos temido a Yahveh, y el rey, ¿qué haría por nosotros? 7¡Se ha acabado Samaria! Su rey es como espuma sobre la haz del agua. 8Serán destruidos los altos de Aven, el pecado de Israel. Espinas y zarzas treparán por sus altares. Dirán entonces a los montes: «¡Cubridnos!» y a las colinas: «¡Caed sobre nosotros!» 12Sembraos simiente de justicia, recoged cosecha de amor, desbarbechad lo que es barbecho; ya es tiempo de buscar a Yahveh, hasta que venga a lloveros justicia.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 105:2-7

    2¡Cantadle, salmodiad para él, sus maravillas todas recitad; 3gloriaos en su santo nombre, se alegre el corazón de los que buscan a Yahveh! 4¡Buscad a Yahveh y su fuerza, id tras su rostro sin descanso, 5recordad las maravillas que él ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca! 6Raza de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido: 7él, Yahveh, es nuestro Dios, por toda la tierra sus juicios.

  • Evangelio

    Mateo 10:1-7

    1Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. 2Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; 3Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; 4Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó. 5A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; 6dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Proverbios 2:1-9

    1Hijo mío, si das acogida a mis palabras, y guardas en tu memoria mis mandatos, 2prestando tu oído a la sabiduría, inclinando tu corazón a la prudencia; 3si invocas a la inteligencia y llamas a voces a la prudencia; 4si la buscas como la plata y como un tesoro la rebuscas, 5entonces entenderás el temor de Yahveh y la ciencia de Dios encontrarás. 6Porque Yahveh es el que da la sabiduría, de su boca nacen la ciencia y la prudencia. 7Reserva el éxito para los rectos, es escudo para quienes proceden con entereza, 8vigila las sendas de la equidad y guarda el camino de sus amigos. 9Entonces entenderás la justicia, la equidad y la rectitud: todos los senderos del bien.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 34:2-11

    2Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza; 3en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren! 4Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos. 5He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores. 6Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante. 7Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias. 8Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra. 9Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él. 10Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada. 11Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.

  • Evangelio

    Mateo 19:27-29

    27Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?» 28Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 29Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna.