Feria

julio 9, 2012

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Oseas 2:16-18, 21-22

    16Por eso, Yo mismo la seduciré,
    la conduciré al desierto y le hablaré al corazón.
    17Y desde allí le daré sus viñas
    y el valle de Acor será puerta de esperanza; allí me responderá como en los días de su juventud, como el día que subió de la tierra de Egipto.
    18Sucederá que aquel día
    —oráculo del Señor— me llamarás «Marido mío», y no me llamarás más «Baal mío».
    21Te desposaré conmigo para siempre,
    te desposaré conmigo en justicia y derecho, en amor y misericordia.
    22Te desposaré conmigo en fidelidad,
    y conocerás al Señor.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:2-9

    2(Bet) Cada día te bendeciré
    y alabaré tu Nombre por siempre sin fin.
    3(Guímel) Grande es el Señor y digno de toda alabanza,
    su grandeza es insondable.
    4(Dálet) Una generación a otra encomia tus obras
    y pregona tus proezas.
    5(He) Comentan el esplendor de tu gloriosa majestad
    y narran tus obras maravillosas.
    6(Vav) Hablan del poder de tus prodigios
    y proclaman tus maravillas.
    7(Záin) Difunden la memoria de tu inmensa bondad
    y aclaman tu justicia.
    8(Het) El Señor es clemente y compasivo,
    lento a la ira y rico en misericordia.
    9(Tet) El Señor es bueno con todos
    y su misericordia se extiende a todas sus obras.

  • Evangelio

    Mateo 9:18-26

    18Mientras les decía estas cosas, un hombre importante se acercó, se postró ante él y le dijo:
    —Mi hija se acaba de morir, pero ven, pon la mano sobre ella y vivirá.
    19Jesús se levantó y le siguió con sus discípulos.
    20En esto, una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años, acercándose por detrás, tocó el borde de su manto,
    21porque se decía a sí misma: «Con sólo tocar su manto me curaré».
    22Jesús se volvió y mirándola le dijo:
    —Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado. Y desde ese mismo momento quedó curada la mujer.
    23Cuando llegó Jesús a la casa de aquel hombre y vio a los músicos fúnebres y a la gente alterada, comenzó a decir:
    24—Retiraos; la niña no ha muerto, sino que duerme.
    Pero se reían de él.
    25Y, cuando echaron de allí a la gente, entró, la tomó de la mano y la niña se levantó.
    26Y esta noticia corrió por toda aquella comarca.