Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Eclesiástico 47:2-11
2Como enjundia separada en sacrificio pacífico,
así lo fue David entre los hijos de Israel.3Jugó con leones como si fueran cabritos,
y con osos, como si fueran corderos.4En su juventud, ¿no mató al gigante
y quitó el oprobio del pueblo,5al girar la piedra con la honda
y abatir la arrogancia de Goliat?6Invocó al Dios Altísimo,
que le puso fuerza en su diestra para eliminar a un fuerte guerrero y levantar el poder de su pueblo.7Así le dieron gloria por los diez mil,
le alabaron con las bendiciones del Señor y le ofrecieron la corona de gloria.8Quebrantó por doquier a los enemigos;
humilló a los adversarios filisteos, destrozó su poder hasta el día de hoy.9En todas sus acciones daba gracias
al Santo Altísimo con palabras gloriosas;10le entonó cánticos con todo su corazón
y amó a Dios, su Creador.11Dispuso los coros de salmistas ante el altar,
y con sus sonidos hizo armonioso el canto.12Confirió esplendor a las celebraciones,
embelleció el ciclo de solemnidades hasta el fin de año, mandó alabar el Nombre santo del Señor y que el Santuario resonase desde el amanecer.13El Señor le perdonó sus pecados,
ensalzó su poder para siempre, le concedió el testamento regio y un trono de gloria en Israel. -
Salmo Responsorial
Salmo 18:31, 47, 50-51
31El camino de Dios es íntegro,
la palabra del Señor, probada a fuego. Él es escudo para los que a Él se acogen.47¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca!
¡Exaltado sea el Dios de mi salvación!50Por eso, ¡Señor!, te alabaré entre las gentes,
y cantaré en honor de tu Nombre.51Él hace grandes las victorias de su rey
y tiene misericordia de su Ungido, de David y su descendencia por siempre. -
Evangelio
Marcos 6:14-29
14Llegó esto a oídos del rey Herodes, pues su nombre se había hecho famoso, y decía:
—Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él unos poderes.15Otros decían:
—Es Elías. Otros, en fin, decían: —Es un profeta, igual que los demás profetas.16Pero cuando lo oyó Herodes decía:
—Éste es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.17En efecto, el propio Herodes había mandado apresar a Juan y le había encadenado en la cárcel a causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo; porque se había casado con ella18y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano».19Herodías le odiaba y quería matarlo, pero no podía:20porque Herodes tenía miedo de Juan, ya que se daba cuenta de que era un hombre justo y santo. Y le protegía y al oírlo le entraban muchas dudas; y le escuchaba con gusto.21Cuando llegó un día propicio, en el que Herodes por su cumpleaños dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea,22entró la hija de la propia Herodías, bailó y gustó a Herodes y a los que con él estaban a la mesa. Le dijo el rey a la muchacha:
—Pídeme lo que quieras y te lo daré.23Y le juró varias veces:
—Cualquier cosa que me pidas te daré, aunque sea la mitad de mi reino.24Y, saliendo, le dijo a su madre:
—¿Qué le pido? —La cabeza de Juan el Bautista —contestó ella.25Y al instante, entrando deprisa donde estaba el rey, le pidió:
—Quiero que enseguida me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.26El rey se entristeció, pero por el juramento y por los comensales no quiso contrariarla.27Y enseguida el rey envió a un verdugo con la orden de traer su cabeza. Éste se marchó, lo decapitó en la cárcel28y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha y la muchacha la entregó a su madre.29Cuando se enteraron sus discípulos, vinieron, tomaron su cuerpo muerto y lo pusieron en un sepulcro.
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Primera Lectura
Romanos 5:1-5
1Justificados, por tanto, por la fe, estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,2por quien también tenemos acceso en virtud de la fe a esta gracia en la que permanecemos, y nos gloriamos apoyados en la esperanza de la gloria de Dios.3Pero no sólo esto: también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce la paciencia;4la paciencia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza.5Una esperanza que no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado. -
Salmo Responsorial
Salmo 117:1-2
1¡Aleluya!
Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos.2Porque firme es con nosotros su misericordia,
la fidelidad del Señor permanece para siempre. -
Evangelio
Marcos 16:15-20
15Y les dijo:
—Id al mundo entero y predicad el Evangelio a todo lo creado.16El que crea y sea bautizado será salvado; pero el que no crea será condenado.17A los que crean acompañarán estos signos: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas,18agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados.19El Señor, Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios.20Y ellos, partiendo de allí, predicaron por todas partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la acompañaban.

