Los ángeles: Mensajeros de Dios

I. Fundamento bíblico y teológico

La etimología de la palabra "ángel" procede del latín angelus, y este a su vez del griego ágguelos o mal'akj en hebreo, que quiere decir "mensajero" o "servidor" de Dios (Hebreos 1,7). El Papa San Pío X decía que "los ángeles son las criaturas más nobles creadas por Dios"; son inmortales, tienen voluntad propia, poseen conocimientos más amplios y su poder es muy superior a los hombres (Salmo 103,20; 2Pedro 2,11). Su apariencia puede ser como un relámpago, y sus vestiduras blancas como la nieve (Mateo 28,3); además están siempre en la presencia del Padre Eterno(Mateo 18,10), y constituyen su ejército celestial (Salmo 148,2). Sobre su número las Escrituras aclaran que son "millones de millones" (Daniel 7,10; Apocalipsis 5,11). Santo Tomás de Aquino enseñaba que los ángeles fueron creados antes que el hombre, porque un ángel rebelde a Dios, fue el culpable de la caída de nuestros primeros padres. Se admite entonces que el Padre del cielo los creó en un principio, cuando sacó de la nada el universo (Concilio de Letrán, 1215). Hay en estos seres espirituales tres instantes: su creación, la prueba de obediencia a que fueron sometidos por Dios,  y el premio en el cielo para los ángeles buenos, y el castigo en el infierno para los ángeles malos. 

San Gregorio Magno afirmaba  que "casi todas las páginas de la revelación escrita, dan testimonio de los ángeles". En la Biblia se registran cerca de 400 veces; tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En la vida del Hijo de Dios, se encuentran desde su nacimiento en el portal de Belén, hasta su triunfante resurrección en Jerusalén, y regreso al cielo. Por eso, Cristo Jesús es superior a todos ellos (Hebreos 1,4), creados por él ( Colosenses 1,16); y sometidos bajo su autoridad y poder (1Pedro 3,22).

II. Los ángeles en las diferentes culturas y tradiciones

La tradición judeocristiana, y la misma historia universal dan testimonio de estos seres celestiales; en todos los países hablan en cierto modo de ellos desde hace más de cuarenta siglos atrás. Su existencia está atestiguada en el Islam, el hinduismo, el budismo, las religiones de la China, Indonesia, los Aztecas , los Incas, y en el Zoroastrismo . Asimismo, en las culturas ancestrales del Oriente como los Cananeos, Asirios; de los Sumerios hay un registro documentado que muestra una imagen de un ángel con aspecto humano y enormes alas que flota sobre la tierra. En el valle del Eufrates se halló una figura de  un  ángel  que tiene 4.500 años, y en Babilonia y Egipto en las puertas de los templos y palacios, habían grandes esfinges de piedra de estos seres del cielo; con rostro humano, y alas, cuerpo y patas de animales como toro o león.

III. Diversas apariencias

En los viejos escritos en hebreo los ángeles carecían de alas, en el  sueño de Jacob el observa una  escalera que llegaba hasta el cielo, por la que subían y bajaban los mensajeros celestiales (Génesis 28,12); cuando juzgan necesario adoptan temporalmente figura humana, su hermosura física puede ser tan atractiva  como la de aquellos dos ángeles que le advierten a Lot sobre el terrible castigo contra Sodoma y Gomorra. Todos los hombres, desde el más viejo hasta el más joven, rodearon la casa de Lot, y le gritaban: ¿Dónde están los hombres que vinieron a tu casa esta noche? ¡Sácalos, porque queremos acostarnos con ellos! (Génesis19, 4-5). Igualmente, al no tener sexo pueden verse en forma femenina, como la visión del profeta Zacarías (5,9). También San Juan Bosco en su autobiografía narra que desde los años 1854 a 1883, contó con la protección milagrosa de un enorme perro que el llamaba "Gris". Este lo salvaba de los continuos ataque criminales que era objeto el santo, aparecía y desaparecía súbitamente en diferentes regiones, nunca se le vio comer o beber agua, ni tampoco envejecer. Por eso el sabio Gheon escribe: "la providencia divina puede servirse de un perro, un ángel tiene la posibilidad de hacerse aparecer de cualquier forma". Más sorprendente aún, son los nuevos informes que se pueden relacionar con los ángeles; pues en el año 1962 el astronauta norteamericano John Glenn, mientras se encontraba en su cápsula en órbita alrededor de la tierra, relató haber visto algo así como un enjambre de luciérnagas luminosas por varios minutos. En 1982, los cosmonautas soviéticos de la estación espacial Salyut-7, presenciaron durante diez minutos a siete enormes seres con forma humana y alas inmensas. Dos semanas después, la tripulación de otra nave rusa, la Soyuzt-7, vivieron la misma experiencia.

IV. Misiones de Los Ángeles

Algunos padres de la iglesia como San Papías (discípulo del apóstol San Juan), hacia el año 130 d.C., o San Justino mártir (siglo II) y San Ireneo (135-202), identificaron cuatro misiones angélicas:

Son los ministros de Dios en el universo, se encargan del movimiento de los astros y los fenómenos de la naturaleza como las estaciones, la lluvia y el viento.

- Custodian las naciones del mundo (Daniel 10,13.21; 12,1).

- La protección y ayuda a los seres humanos con los "ángeles de la guarda" (Génesis 48,16; Salmo 34,7; 91, 10-11; Mateo 4,6; 18,10; Hebreos 1,14). Interceden por nosotros ante el trono divino (Job 33,23-24; Zacarías 1,12; Tobías  12,12). Al respecto, San Basilio agregaba: "Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlos a la vida". Se encuentran casos como San Juan de Dios, quien fue ayudado por un ángel cuando iba a caer al suelo llevando una pesada carga, o San Pío, el fraile capuchino estigmatizado, que mandaba a su ángel custodio para cumplir misiones especiales.

- El día del juicio final los ángeles del Señor serán los encargados de despertar a los muertos, y separar a los justos de los pecadores (Mateo 13,41; 16,27; 24,31; 25,1ss).

V. La Corte angélica

Sobre el origen de la corte angélica se remonta al monje sirio Dionisio Areopagita, del siglo VI; basándose en las cartas de San Pablo (Colosenses 1,16; Efesios 1,21)(39). Se describen nueve órdenes de ángeles en tres jerarquías, de mayor a menor tenemos:

- Los serafines, que rodean a Dios y viven en eterna alabanza; los querubines, guardianes de la gloria de Dios, y los tronos, sublimes y muy por encima de toda actitud terrena.

- Las dominaciones, que son los custodios del mundo; las virtudes, portadores de gracia y amor, y las potestades, que gobiernan las estrellas y la naturaleza.

- Los principados, que tienen la capacidad de guiar a otros hacia Dios; los arcángeles, reconocidos individualmente y hechos santos, y los ángeles, que están más cercanos a los hombres. 

Esta clasificación fue aceptada por el Papa San Gregorio I, pero no se considera dogma de fe.

VI. Los tres arcángeles

Las Sagradas Escrituras mencionan a tres de estos seres celestiales con nombres propios:

SAN GABRIEL (Fuerza de Dios): Se sienta a la izquierda de Dios, Jefe de los querubines, es el ángel de la misericordia, la revelación y la muerte. En el Nuevo Testamento le comunica a Zacarías que sería el padre del precursor del Mesías (Juan Bautista) (Lucas 1,11-20), es el portavoz de la anunciación a María (26-30). Algunos teólogos piensan que fue el ángel que consoló a Jesús en  el  huerto  del  Gethsemaní  (22,43),  y  el que toca la trompeta en el libro del Apocalipsis. Uno de los frescos más antiguos sobre este arcángel, se conserva en una capilla de la Vía Apia, en  Roma;   probando  así  que  desde   el  principio  fue  venerado en la Iglesia Católica. San Gabriel es también nombrado por los musulmanes, quienes creen que fue el mensajero celestial que sirvió como transmisor de la palabra de Alá, cuando dictó el libro del Corán a su profeta Mahoma.

SAN MIGUEL (Quién como Dios): Para los hebreos es el ángel protector frente al poderío de Persia y Grecia, antiguo patrono de la sinagoga. En la Iglesia de Oriente, así como entre los teólogos de Occidente, se nombra a San Miguel como virrey del cielo, príncipe de la luz, jefe de todos los ejércitos angelicales, custodio de la Iglesia Católica desde hace más de diez siglos, acompañante de las almas en la eternidad, y el ángel del juicio final (1Tesalonisense 4,16). Es además, el guerrero celestial que peleó con el Diablo encima del cuerpo de Moisés (Judas 9); y en el cielo contra el Dragón y sus ángeles rebeldes (Apocalipsis 12,7). Es pues, el símbolo del eterno triunfo de la luz sobre las tinieblas.

Este arcángel se ha manifestado en varias oportunidades. En Roma se representa en una estatua de bronce desde lo alto del castillo de Saint'Angelo, con resplandeciente armadura, en el acto de envainar su espada mientras contempla la Ciudad Eterna, cuando se posó durante una epidemia, en tiempos del pontificado de San Gregorio Magno en el año 590. Se le han construido enormes santuarios como en monte Saint Michel, en la costa francesa, coronado por una antigua abadía benedictina del siglo XI. El oratorio fue erigido en el año 709. El lugar era un pico que emergía sobre el bosque de ScissY; se afirma que inmediatamente después de haber cumplido monseñor Aubert con el mandato del arcángel, se produjo una tremenda marea que le dio al lugar su forma actual. Durante las cruzadas en Tierra Santa, eran frecuentes los relatos, contados incluso por los propios sarracenos sobre grandes ejércitos del cielo en ayuda de los templarios (monjes-guerreros), comandados por el propio San Miguel.  Por un espacio de dos años, se apareció a Santa Juana de Arco, en compañía de Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita. El Papa León XIII compuso una oración invocando la protección del santo arcángel, que fue enviada a todos los obispos en 1886. Esta plegaria nació después que el Vicario de Cristo al terminar una misa , tuvo una visión de los espíritus infernales que se juntaban sobre la ciudad eterna de Roma.

SAN RAFAEL (Medicina de Dios): Es el guardián del árbol de la vida en el Edén (Génesis 3,24), y jefe del órden de las virtudes, es además el ángel de la providencia, que cuida a la humanidad y a los peregrinos. En el Antiguo Testamento le sirvió de guía a Tobías, indicándole como devolverle la vista a su padre Tobit en Nínive (11, 7-8). Es "uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y que puede entrar ante su presencia gloriosa" (12,15).

VII. Los ángeles en la Iglesia Católica

La Iglesia Católica celebra en su liturgia el 29 de Septiembre la fiesta de los Santos Arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael; y el dos de octubre la de los Santos Angeles de la Guarda. Hay otro arcángel llamado "Uriel" (Fuego de Dios), es el ángel de la retribución y el arrepentimiento; transmite a los hombres el conocimiento divino e interpreta la profecía. Es nombrado en el libro apócrifo (de procedencia dudosa) de Enoc; su misión fue advertirle a Noé, sobre el castigo del diluvio universal. Algunos escritores piensan que fue el  ángel que combatió toda la noche contra Jacob en Penuel, cambiándole su nombre por Israel (fuerza contra Dios) (Génesis 32,24-28). Sin embargo, en el año 745 un concilio provincial convocado por el Papa Zacarías lo excluyó de la jerarquía angelical. Más recientemente, la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, ha prohibido darles nombres propios a otros ángeles; para no caer en la llamada "angeología", tan de moda con la "nueva era" o "era de acuario"; que indican como contactarse con estos "seres de luz" por medio de técnicas de espiritismo, juegos de cartas y libros de esoterismo.

VIII. Reflexión final

Juan Calvino (1509- 1564), uno de los padres de la reforma protestante, hizo una hermosa plegaria sobre los ángeles, que dice: "Como dispensadores de la providencia divina, nos guardan, interceden por nosotros, guían nuestros pasos y nos libran de todo mal".

El diablo y los demonios

I. Fundamentos bíblico y teológicos

El Diablo y los demonios eran ángeles que vivían en la presencia del Altísimo. Dios creó a Satanás para la gloria, pero hizo una libre elección hacia el mal. San Agustín (354-430), decía que "el Diablo estuvo en la verdad, pero no perseveró. Su defecto no estuvo en su naturaleza sino en su voluntad". Su caída se debió a tres razones:

1. Su propio orgullo, cuando se quiso igualar a Dios. Al respecto, escribía el profeta Ezequiel: "Tu belleza te llenó de orgullo, tu esplendor echó a perder tu sabiduría" (28,17). La misma opinión tiene San Pablo (1Timoteo 3,6).

2. La envidia y los celos que sitió cuando el Creador decidió hacer al hombre a su "imagen y semejanza"(Sabiduría 2,23-24).

Una vez el Diablo cayó en su falta, persuadió a  otros ángeles a seguirlo. Según la Biblia fue una tercera parte de ellos (Apocalipsis 12,4; Daniel 8,10). San Macario (290-347), afirmaba que los ángeles rebeldes "son tan numerosos como las abejas"; y San Atanasio, patriarca de Alejandría (295-373), hablaba que el espacio está repleto de demonios. Desde entonces no hubo lugar para estos espíritus del mal en el cielo (Apocalipsis 12,8); teniendo como morada dos lugares:

1. El infierno o gehenna (en griego): Donde el fuego nunca se apaga (Mateo 5,22; 13,49-50; Marcos 9,43-48); llamado también como el abismo (Lucas 8,31; Apocalipsis 11,7; 17,8; 20,1-3); horno de fuego (Mateo 13,42); lugar de tormento (Lucas 16,28) y de tinieblas (Mateo 8,12). Porque "Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó en tinieblas; encadenados y guardados para el juicio"( 2Pedro 2,4; véase también Juan 16,11; Judas 6 ). Desde allí el "reino de los cielos" y el "reino del averno" tienen varias diferencias: del primero es luz, bien, amor, felicidad y sabiduría; del segundo, oscuridad, mal, odio, amargura y confusión.

2. Satanás y sus ángeles fueron lanzados a la tierra (Apocalipsis 12,9). Por eso, Jesús lo llama como "príncipe de este mundo"(Juan 14,30; 16,11); para San Pablo es "el dios de este mundo" (2Corintios 4,4); que junto con los espíritus del mal habitan en el aire (Efesios 2,2) o en el cielo (Efesios 6,12). Todo el mundo yace en poder del Maligno (1Juan 5,19); no porque lo haya creado, sino porque está lleno de pecado y pecadores (Génesis 6,5-6.11-12; 7,1; 8,21; Eclesiastés 4, 1-3); el mundo viene de Dios, y lo mundano del Diablo (1Juan 2,16). Incluso, en el libro de las Revelaciones la ciudad de "Babilonia" la grande (equivalente a la Roma imperial), era considerada como "vivienda de demonios, guarida de toda clase de espíritus impuros" (18,2).   Del mismo modo, antiguas tradiciones talmúdicas de los hebreos, se nombra a  Azazel "el demonio del desierto"; en recuerdo del macho cabrío  que los israelitas enviaban cada año a este lugar, para expiar las faltas del pueblo de Dios (Levítico 16, 5-10). En tiempos de Jesucristo como los judíos ya no vivían en el desierto, despeñaban el animal por un barranco distante unos 20 kilómetros de Jerusalén. El desierto es el lugar de descanso de los "espíritus impuros" (Mateo 12,43; Isaías 34,14); el arcángel San Rafael encadenó al demonio en la parte más lejana de Egipto (Tobías 8,3). Siendo este el mismo escenario en que el Mesías resistió después de cuarenta días de ayuno, las tres tentaciones del Diablo (Mateo 4,1-11).

II. Diferentes demonios

En los primeros siglos del cristianismo (III-V), los monjes ermitaños se retiraron a las áridas arenas del desierto de Egipto y el Asia Menor; esperando vencer física y espiritualmente a los ejércitos infernales; por medio de una vida ascética que incluía la oración, la meditación de las Escrituras, el ayuno, la penitencia, la soledad y el trabajo manual. A ellos se les daba el título de "guerreros contra el Diablo". Uno de los más importantes fue San Antonio (251-356), patriarca de los cenobitas, de él cuenta San Atanasio que Lucifer llegó a dedicarle una verdadera galería de pinturas impuras, que el santo monje borró con agua bendita.

Por otra parte, los padres de la iglesia identificaron en los textos bíblicos que Lucifer, el Dragón, el rey de Tiro y el Diablo; son todos ellos el  mismo Satanás. Sin embargo, cada uno presenta características especiales:

1. La Trinidad Satánica: Conformada por el anti- Padre (el dragón- Diablo); el anti- Hijo (el Monstruo- la Bestia); y el anti- Espíritu Santo (el Falso Profeta).(Apocalipsis 16,13; 20,10).

2. Lucifer (Luzbel): Su nombre significa "estrella de la mañana" o "portador de la luz". Era el más bello, sabio y poderoso de los ángeles; su caída fue como un "lucero al amanecer"( Isaías 14,12-15), "se le dio las llaves del pozo del abismo"(Apocalipsis 9,1).

3. Diablo: del griego "diabolos", en hebreo "satán", equivalente a "contradictor", "obstructor", "calumniador" o "detractor". Taciano, discípulo de San Justino (s. II),decía que "el Diablo es el primogénito de los demonios, y jefe principal. Su posición solo significa que el fue el primero en pecar, y convertirse en ángel caído". Es el Dragón que peleó con sus ángeles contra San Miguel (Apocalipsis 12,7); la palabra Dragón, simboliza un animal de gran tamaño, terrible crueldad y espantosa forma. es también "la serpiente antigua" (Apocalipsis 12,9; 20,2); la misma que tentó a la primera mujer en el paraíso (Génesis 3,1.5; 2Corintios 11,3), y a todo el mundo ( Apocalipsis 12,9). Es además, el "ángel acusador" que sube hasta la presencia de Dios, para pedir permiso de poner a prueba a Job (1,6-12; 2,1-6). El profeta Zacarías ve en una visión a Josué, el sumo sacerdote; en presencia del ángel del Señor y el ángel acusador (3,1); igualmente, es el acusador de todos los hombres (Apocalipsis 12,10). Satanás es el causante del sufrimiento (2 Corintios 12,7), la enfermedad (Job 2,7), la maldad (1Samuel 18,10), la muerte por el pecado (Romanos 5,12); siembra la cizaña (Mateo 13,25.39), persigue a los cristianos (Apocalipsis 2,10), opositor de Cristo (1Juan 2,22). "Homicida desde el principio y padre de la mentira" (Juan 8,44); es el "maligno" (Mateo 13,19); el "enemigo" (Lucas 10,19); el "tentador" (Mateo 4,3; 1Tesalonicenses 3,5); el "engañador" (Apocalipsis 12,9). Algunos otros nombres  que le dieron los Padres de la Iglesia; son: Ladrón, tirano, el exterminador, corrompido, maldito, apóstata, el Malo. San Ireneo (s. III) lo llama "ángel rebelde", y Tertuliano (160-230) "el mono de Dios".

Otros ángeles caídos mencionados en la Biblia, Son:

Abadón (hebreo) o Apolión (griego): Que quiere decir "destructor" o "ruina"; es considerado "El jefe de las langostas. Que es el ángel del abismo"(Apocalipsis 9,11).

Asmodeo: Demonio de la maldad y la muerte. Es el espíritu maligno que mató a siete maridos a Sara (Tobías 3,8); y que fue encadenado en el desierto por San Rafael.

Beelzebú: "Señor de las moscas", llamado el "príncipe de los demonios" (Mateo 10,25). Los Fariseos acusaban a Jesús de recibir poder de este espíritu del infierno (mateo 12,24; Juan 8,48-49.52).

Belial: El "inútil" o el "impío" en hebreo. En los manuscritos del mar muerto, aparece como uno de los nombres del demonio que utilizó San Pablo (2Corintios 6,15).

Demonio: Del griego "daimon" significa en plural "espíritus impuros"(Apocalipsis 18,2), son "malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo oscuro"(Efesios 6,12). Pueden llegar a ser "legión"; es decir, "muchos" (Marcos 5,9).

Leviatán: Palabra hebrea que traduce "animal solapado", representado en la Biblia en forma de serpiente, cocodrilo, bestia marina o dragón del abismo (Isaías 27,1). La destrucción de Leviatán  por Dios, simboliza la derrota definitiva de los enemigos de Israel.

III. Los demonios en la Biblia

En el Nuevo Testamento, el "Diablo" aparece siempre asociado al pecado (1Juan 3,8). Ya desde la caída de Adán  y Eva, los seres humanos tienen la libertad de escoger entre el bien o el mal (Génesis 3,22; Santiago 1,13); desde entonces estamos sometidos a continuas pruebas (1Corintios 10,13; Santiago 1,12); que podemos hacerle frente mediante la oración (Mateo 26,41), y la confianza en Dios (Romanos 8,31; 2Pedro 2,9). Por eso, no hay que darle oportunidad al Diablo (Efesios 4,27), pues hay una continua batalla entre los hijos de la luz, y los hijos de las tinieblas (1Juan 3, 9-10; Colosenses 1,12-13), hasta el día del Armagedón (Apocalipsis 16,16). San Agustín enseñaba que "el que se aparta de Cristo, es presa fácil del demonio" (Compara con 2Timoteo 2,26); como ocurrió con Judas el "traidor" (Lucas 22,3; Juan 13, 2-4.27),  con Ananías (Hechos 5,3), también Himeneo y Alejandro "cayeron en manos de Satanás"(1Timoteo 1,18-20). No puede haber ninguna relación entre "Cristo y el demonio"(2Corintios 6,15); ni "beber de la copa del Señor y, a la vez , de la copa de los demonios; ni pueden sentarse a la mesa del Señor, y a la vez, a la mesa de los demonios"(1Corintios 10,21). Al respecto, el escritor de Las Homilías Clementinas, obra apócrifa del siglo II, afirmaba que Dios rige el mundo con ambas manos. Con la "mano izquierda" (el Diablo) trae sufrimiento y aflicción; y con la "mano derecha" (Jesús), salvación y felicidad.

IV. Liberaciones y exorcismos

"El Hijo de Dios se ha manifestado para deshacer la obra del diablo"(1Juan 3,8; 4,4). Satanás no puede impedir la edificación del reino de Dios en la tierra, porque "será expulsado el que manda en este mundo"(Juan 12,31). Los demonios saben que hay un Dios y tiemblan de miedo (Santiago 2,19); además, Cristo Jesús "a los espíritus impuros da órdenes, y le obedecen" (Marcos 1,27). Ellos reconocen que es "el Santo de Dios" (Marcos 1,24), el "Hijo del Dios altísimo" (Marcos 5,7). Incluso, el Señor "expulsó a muchos demonios; pero no dejaba que los demonios hablaran, porque ellos le conocían" (Marcos 1,34).La liberación de espíritus malos por el Hijo del hombre, era una prueba de que el reino de Dios, había llegado (Mateo 12,28; Marcos 3,26). Jesús anduvo en la tierra "haciendo el bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo" (Hechos 10,38); en su ministerio terrenal  realizó muchas liberaciones, como a un hombre que tenía un espíritu impuro en la sinagoga de Capernaum (Marcos 1,21-26); al endemoniado de Gerasa (Marcos 5,1-13); a la hija de una mujer de cananea (Mateo 15,21-28); a María Magdalena a la que le expulsó siete demonios (Marcos 16,9);  a un muchacho por pedido de su padre (Mateo 17,14-19); y a muchos otros endemoniados (Marcos 1,32.39; Lucas 6,18; 7,21;13,32). Además curó a otras personas que tenían incapacidades físicas atribuidas al Maligno (Mateo 12,22; Marcos 9,25); y de diferentes males, enfermedades y dolores (Mateo 4,24; 9,32; Marcos 1,26). El Señor Jesús le confiere este poder a los apóstoles y discípulos (Mateo 10,1.8; Marcos 6,7.12-13; Hechos 5,16; 8,6-7), para que lo hagan en su nombre (Lucas 10,17); también fue hecho por uno que no pertenecía al grupo de los doce (Marcos 9,38-39); y por el apóstol Pablo (Hechos 16,16-18). Esta será una de las señales dadas a los que creen (Marcos 16,17); pero a los que no seguían sus mandatos, no tenía efecto (Hechos 19, 13-15).

La Iglesia Católica define el rito del "exorcismo", como la acción de sacar a los malos espíritus introducidos en una persona (posesión diabólica), y llenar ese vacío con las gracias del Espíritu Santo ( Gálatas 5,22-23; Romanos 8,14). Los Santos Padres de la Iglesia como San Justino mártir (s. II), Tertuliano (s. III), Orígenes (185-254), y San Cipriano (210-258), practicaban la liberación de endemoniados, además enseñaban que cada cristiano era un exorcista. Posteriormente, el Papa Cornelio hacia el año 251, creo una categoría de individuos con este poder carismático (1Corintios 12,4); que fue concedido después para los sacerdotes y los diáconos con la autorización del obispo. Hoy en día la Santa Sede a autorizado un nuevo "ritual exorcista", este sacramental (signo sagrado), sólo se puede efectuar después de haber agotado todos los recursos de la medicina moderna, la siquiatría, y el campo de la parapsicología. Expertos en el tema como fue monseñor Corrado Balducci, exorcista oficial del Vaticano, y el Padre Gabriel Amorth, fundador y presidente honorífico de la asociación internacional de exorcistas; están de acuerdo en reconocer que solamente dos o tres casos de 100, son verdaderas posesiones satánicas.

Las mejores armas contra las fuerzas del infierno son: El sacramento del bautismo, que nos incorpora al cuerpo místico de Cristo, y nos protege contra el Diablo; al igual que la confesión y la eucaristía. La oración del Padre Nuestro, cuando Cristo nos invita a repetir: "No nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno" (Mateo 6,13). Los exorcistas tienen que recurrir a la fe en Jesús (Mateo 17,19-20), la plegaria (y el ayuno) (Marcos 9,29). Otros sacramentales utilizados son el agua bendita, la sal y el santo óleo; crucifijos, reliquias de santos, la oración de los salmos. El creyente puede recurrir a devociones particulares como el rezo del rosario, el vía crucis, cargar el escapulario o la medalla milagrosa; o pedir la intercesión de San Miguel arcángel y de la Bienaventurada Virgen María. Sobre el particular, se sabe de una aparición a San Hugo de Cluny, en el año 1060, donde ella se presenta como la "vencedora de Satanás".

V. Los demonios en las distintas culturas y tradiciones

En las diferentes civilizaciones del Oriente, y en las culturas y religiones ancestrales, se encuentran dioses del mal, espíritus malignos, guardianes del infierno, príncipes de las regiones subterráneas o señores de la muerte; como fueron Seth y Anobis en Egipto, Tiamat en Babilonia, Pazazú en la antigua Mesopotamia, Tifón para los griegos, Loki en los pueblos germanos  y escandinavos; en Camboya, Birmania, Siam, Indonesia y Japón se menciona a Yama, en Siberia o Mongolia lo llaman Erlik, es también Arimám en el Zoroastrismo; Shiva y Kali en el Hinduismo; Aka-oni y ao-oni en el Budismo, y Mara el Maligno, el diablo que según la tradición se le apareció a Buda. Los escritores bíblicos identificaron a Baal, dios de Fenicia y Caldea; y Zeús (para los griegos) o Júpiter (para los romanos), como verdaderos ídolos del demonio ( 1Corintios 10,20; 2Corintios 6,16; Apocalipsis 9,20). Para los musulmanes es Eblis, el diablo que Mahoma sacó del Talmud judío a las páginas del Corán. En el día de juicio final; será aniquilado por el triunfo del Islam, y proclamado por el profeta Jesús. Corriente heréticas condenadas por la Iglesia Romana como los Gnósticos, Maniqueos, Priscilianos, Cátaros y Bogomilos; limitaban el poder del Altísimo por el del Diablo, hasta hacer de él un dios.

VI. Diferentes apariencias

Sobre el aspecto físico del Demonio se conservan antiquísimos dibujos, estatuillas de bronce, pinturas rupestres, mascaras y descripciones legendarias; en todas ellas hay aspectos según la imaginación popular que lo presentan como una figura de tamaño pequeña, cuernos, cabellos largos y enredados, la cara llena de arrugas, dientes filosos y lengua bífera, barba de chivo, cuerpo cubierto de escamas o víboras,  enorme giba, cojo, pezuñas, larga cola y alas de murciélago. Otras veces su aspecto puede ser real, como los encuentros que vivieron los padres del desierto como San Antonio Abad, que fue seducido por Lilith (demonio en forma de mujer para los judíos), que recibe también el nombre de súcubo; a su discípulo San Hilario (s. IV), lo rodearon un círculo de mujeres desnudas, igual tentación tuvo San Hipólito (s. III); San Pacomio (s. IV), vio el Diablo como una doncella de raza negra; el santo expulsó a la diablesa de un golpe de su mano, después, el hedor quedó impregnado durante dos años. San Macario fue hostigado por una chusma de demonios negros. A otros  como San Nicolás de Mira (s. IV), se le apareció en su monasterio  un "ángel luminoso" pero con una gran cola (comparar con 2Corintios 11,14); a Rufino, amigo de San Jerónimo (s. IV); llegó a visitarlo con el aspecto de Jesús; a San Martín de Tours (315-397); en forma de monaguillo burlón mientras oficiaba la misa; a San Benito (480-547) como un mirlo negro; a Santa Viridiana (1182-1242), como dos serpientes que la mortificaron mucho los últimos años de su vida; Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), observó a un gato con un penetrante olor a azufre; a martín Lutero (1483-1546), padre de la reforma protestante, toda su vida fue acosado por el Diablo, así cuando leía la Biblia se le aparecía en forma de mosca, otras veces como un cerdo o jabalí negro; San Estanislao Kostka (1550-1568), rechazó en tres oportunidades con la señal de la cruz, los atacas de un horrible mastín negro; a Santa Rosa de Lima (1586-1617); el demonio apareció como un perro sarnoso que amenazaba con atacarla, o como un galán seductor; a San Juan María Vianney (1785-18859), el célebre "cura de Ars" sufría continuamente los ataques como un perro negro que el llamaba el "zarpas"; San Juan Bosco (1815-1888) describió al demonio en un sueño como un furioso elefante; a Santa Gemma Galgani (1878-1903), asumía el aspecto de perro, gato, de mico negro, de pequeños monstruos, de personas conocidas como su confesor, de hombres feroces, como Cristo flagelante, con el corazón abierto  todo ensangrentado; o  como ángel guardián, que al ser descubierto desaparecía en una gran llamarada dejando en el suelo un montón de cenizas. Otras apariencias mencionadas son: León, leopardo, oso, caballo, toro, camello, lobo, zorro, cuervo, pavo real y escorpión.

VII. Ataques diabólicos

Estas visiones demoníacas iban acompañadas de temblores, ruidos, alucinaciones aterradoras, gritos, blasfemias, obscenidades, tentaciones de todo tipo, a veces cantando salmos, recitando versículos de las Escrituras o diciendo pequeñas verdades, antes de proferir una gran mentira (1Corintios 12,10). Incluyendo ataques físicos  (Marcos 9,22; Lucas 22,31; 1Pedro 5,8); como a los ya mencionados San Antonio, a quien un grupo de espíritus malignos lo golpearon hasta dejarlo inconsciente; a San Hilario, el Diablo saltó sobre sus espaldas para azotarlo; al santo cura de Ars, lo arrojaba de la cama, le soplaba en la cara, o le tiraba toda clase de cosas; a Santa Gemma Galgani, la dejaba medio muerta en el suelo, con el rostro hinchado y los huesos dislocados; mientras que San Pío (1887-1968), el fraile estigmatizado, fue víctima de violentas golpizas en su celda del convento de Pietrelcina. Lo que no está permitido a los demonios, es acabar con una vida humana, así lo testifica el relato de la prueba al santo Job, cuando Dios le dice al "ángel acusador": "has con él lo que quieras, con tal de que respetes su vida" (2,6).

VIII. La idolatría al príncipe del mal

A través de los tiempos ha existido la falsa adoración al príncipe del mal, en Europa en la edad media se les llamaba "luciferinos"; en los siglos XVI al XVIII, los brujos y las brujas se reunían en la noche en una celebración llamada "Aquelarre o Sabbath"; su punto de encuentro eran los cruces de caminos, los bosques, campos de cultivos o iglesias abandonadas; las reuniones estaban acompañadas de música, cantos y bailes en honor del Demonio; banquetes, orgías, pisoteaban la cruz, se postraban  a los ídolos. Se decía que el Diablo se hacía presente en forma de macho cabrío; y en señal de sumisión le besaban el trasero, o las brujas llegaban a tener dolorosas relaciones sexuales con él (incubo). Otras acusaciones que el tribunal del santo oficio y la inquisición formulaban contra las brujas eran: La práctica de la hechicería, la magia negra, los maleficios, el mal de ojo, la adivinación, los encantamientos, la fabricación de pócimas y amuletos, la metamorfosis en animales, los vuelos nocturnos, el pacto con Satanás, el envenenamiento de los ríos, la destrucción de las cosechas, o una sequía prolongada.

En el siglo XVIII empezaron a surgir los cultos satánicos en el viejo continente; uno de los pioneros fue Aleister Crowley (1875-1947), el mismo se auto- denominó  como "la gran bestia" o el "666" del libro de las revelaciones (13,18). En el siglo XX, Anton La Vey (1930-1997), conocido como el "papa negro", funda en 1966 la primera iglesia satánica llamada  "la casa negra", en San Francisco (California). Es además el autor de la "biblia negra"  y un libro sobre "rituales satánicos"; para la celebración de la misa negra, que contiene muchos elementos de la liturgia católica, pero a la inversa. En Francia se funda la Wicca (órden internacional de los brujos luciferinos), también la ciudad de Turín (Italia), es considerada la capital mundial del satanismo. Ya entre los jóvenes se ha multiplicado las sectas satánicas, que escuchan la música de heavy metal de Alice Cooper, Ozzy Ousbore, Marilyn Manson, Kizz (sigla en inglés que significa: Reyes Al Servicio de Satanás), Black Sabbath (sábado Negro), AC-DC (Anti- Cristo- Muerte de Cristo). Algunos ex miembros de estas sectas han confesado que los bautismos se hacen con orines de cabra, sacrifican bebés sin bautizar, o animales como perros, gatos y gallinas; destrucción de lápidas en los cementerios, crucifijos o descabezamientos de imágenes de la Virgen; hacen orgías bisexuales o tienen relaciones sexuales con los muertos (necrofilia) bajo el efecto de la droga y el licor, actos sacrílegos como la profanación de la hostia consagrada, el robo de cálices, cupones y custodias en los templos,  a veces el asesinato de sacerdotes  y el suicidio en homenaje de Satanás.

IX. El Anticristo y su derrotal final

Para muchos pastores fundamentalistas, este panorama actual son el presagio del advenimiento del reinado del "anti- Cristo". No obstante, en Las Sagradas Escrituras este apelativo no hace referencia a un personaje en particular; sino a todo aquel que se opone a Dios y su religión (1Juan 2,18; 4,3; 2Juan 7). En la historia universal ha habido muchos "anti- Cristo" que se han destacado por sus crímenes contra la humanidad (Salmo 7,14-16); como: Calígula, Nerón, Atila, Napoleón, Hitler, Stalin, Mao Ste Tung, Pol Pot, Idi Amín, Saddam Hussein, Osama Bin Laden entre muchos otros. Para San Pablo, el "hombre malvado" que se hace pasar por Dios, está por venir (2Tesalonisenses 2,3-4); "llegará con mucho poder, y con señales y milagros" (19); con la sabiduría "del diablo mismo" (Santiago 3,15).  Porque "el espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios" (1Timoteo 4,1). Sea que este "hombre malvado" ya halla llegado o  esté por venir (o es un simbolismo); lo cierto es que el Diablo sabiendo que le queda poco tiempo, ha bajado a al tierra lleno de furor (Apocalipsis 12,12). En una revelación particular, la Virgen de Medjugorje, dice que "Satán se ha desatado". Sin embargo, el vencimiento del maligno es triple:

1. Cuando por castigo de su primer pecado, cayó del cielo como un rayo (Lucas 10,18).

2. Su férreo dominio del mundo, es quebrantado por la muerte redentora de Cristo en la cruz; derrotando al Diablo que tenía poder para matar (Hebreos 2,14). Jesús ha vencido al mundo (Juan 16,33); ante su nombre se dobla toda rodilla de los ángeles, los hombres, y los demonios (Filipenses 2,10).

3. "El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás" (Romanos 16,20), y al "hombre malvado" "el Señor Jesús matará con su boca y destruirá cuando regrese en todo su esplendor" (2Tesalonisenses 2,8); en compañía de "miles y miles de sus ángeles" (Judas 14), entonces serán juzgados los demonios y los impíos (Isaías 24,21-22; Mateo 25,41). Porque "Por medio de Cristo, Dios venció a los seres espirituales que tienen poder y autoridad, y los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso" (Colosenses 2,15).

Los santos y las reliquias en lsa Sagradas Escrituras

I. El llamado a la santidad

Cuántas veces los hermanos separados nos han acusado a los católicos de acudir a los santos para pedir un favor o milagro del cielo, sin tener en cuenta que solamente Jesucristo es el único mediador ante el Padre (1Timoteo 2,5), al igual que el Espíritu Santo (Romanos 8,26-27). No obstante, la palabra de Dios nos dice que todas las personas están llamadas a la santidad (Levítico 19,2; 1Corintios 1,2; 1Tesalonisenses 5,23), a la perfección cristiana (Mateo 5,48). "Al hombre bueno se le recuerda con bendiciones" (Proverbios 10,7), Dios siempre está al lado de los hombres justos (Génesis 26,23-24; 28,15; Deuteronomio 31;6.8; Josué 1,5; Jeremías 1,7-8), "la luz brilla para el hombre bueno"(Salmo 97,11), "la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto" (Proverbios 4,18), "el Altísimo cuida de ellos" (Sabiduría 5,15), "sin la santidad, nadie podrá ver al Señor" (Hebreos 12,14), porque "el hombre recto mirará su rostro"  (Salmo 11,7); los santos irán al cielo (Hechos 26,18; Efesios 1,18). "Lo que Dios quiere es que ustedes vivan consagrados a él" (1Tesalonicenses 4,3) véase también (2Timoteo 1,9), "El Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos" (1Tesalonicenses 5,23),  "Vivir de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó es santo, pues la escritura dice: Sean ustedes santos, porque yo soy santo" (1Pedro 1, 15-16).

III. Los santos del Antiguo Testamento

Los Libros Sagrados narran varios ejemplos de hombres y mujeres que llevaron una vida virtuosa; desde el justo Abel (Hebreos 11,4); pasando por su descendiente Enoc quien "vivió de acuerdo con la voluntad de Dios" (Génesis 5,22), Noé hombre bueno que siempre obedecía al Creador (Génesis 6,9; 7,1); el patriarca Abraham, padre de los creyentes para los judíos, cristianos y musulmanes (Romanos 4,11; Gálatas 3,8-9); llamado como el "amigo de Dios" (2Crónicas 20,7), porque "Dios lo aceptó como justo" (Génesis 15,6); su sobrino Lot, hombre santo que vivía en medio de gente malvada (2Pedro 2,7-8); "mujeres santas" como Sara la esposa de Abraham (1Pedro 3,5-6); al lado de Jael, la esposa de Heber, el quenita (jueces 5,24) y Judit, "mujeres benditas para el pueblo de Israel" (13,18).  José, el hijo de Jacob, vendido por sus hermanos por envidia, y a quien Dios siempre estaba con él (Hechos 7,9); el santo Job, "que vivía una vida recta y sin tacha, y que era un fiel servidor de Dios" (1,1), modelo de obediencia y sufrimiento (Santiago 5,11), y quien no pecó de palabra en su desgracia (Job 2,10); Moisés, el gran caudillo y legislador del pueblo hebreo, "era el hombre más humilde del mundo"(Números 12,3); tenía el privilegio de hablar con el Todopoderoso "cara a cara" (Exodo 33,11), como si lo viera (Hebreos 11,27); su discípulo Josué, "siervo del Señor"(24,29); Rahab, la prostituta que Dios aceptó como justa por sus hechos (Santiago 2,25); Rut, "una mujer ejemplar" (3,11). De los jueces se menciona que el espíritu de Dios estaba sobre Gedeón (Jueces 6,12.34), "hombre fuerte y valiente". Igualmente, se encontraba Sansón consagrado como nazareno para que empezara a liberar a su pueblo de los filisteos (Jueces 13,5); de él dice la Escritura que "el niño crecía, y el Señor lo bendecía" (Jueces 13,24). En cuanto a los "santos profetas que vivieron en los tiempos antiguos" (Hechos 3,21), también llamados "santos hombres de Dios" (2Pedro 1,21),  se hallaba Samuel, consagrado al servicio del templo, y considerado por todo Israel como "verdadero profeta del Señor" (1Samuel 3,20); el rey David, quien a pesar de su debilidad humana (2Samuel 12,7-9), cumplió con los mandamientos y las leyes divinas (1Reyes 11,34); Eliseo, "santo profeta de Dios" (2Reyes 4,9); Jeremías, destinado por el Altísimo desde antes que naciera para que fuera "profeta de las naciones" (1,5). Asimismo, cuando Cristo murió en la cruz "se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron" (Mateo 27,52).

III. Los santos del Nuevo Testamento

En la nueva alianza se menciona a José, padre adoptivo de Jesús, un "hombre justo" (Mateo 1,19); y su esposa, la bendita virgen María (Lucas 1,28.42); al igual que el sacerdote  zacarías y su mujer Isabel (pariente de María), otro  matrimonio   espejo   de   santidad  ( Lucas  1, 6). En el templo de Jerusalén vivían dos santos místicos y ascetas; Simeón "un hombre justo, que adoraba a Dios y esperaba la liberación de Israel"  (2,25); y Ana "que hablaba en nombre de Dios...nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones" (36-37). Otro era Juan Bautista, el último de los profetas; quien era grande delante de Dios y estaba lleno del Espíritu Santo desde antes que viniera al mundo (1,15). Los 
"Santos apóstoles" (Efesios 3,5), como  Natanael, verdadero israelita en quien no había engaño (Juan 1,47); el discípulo "José, llamado Barsabás, y llamado también  justo" (Hechos 1,23); el diácono Estebán, "hombre lleno de fe y del espíritu Santo" (Hechos 6,5); Tabita "esta mujer pasaba su vida haciendo el bien y ayudando a los necesitados" (Hechos 9,36); el capitán Cornelio, un hombre justo, que adoraba a Dios (Hechos 10,22); Ananías, "piadoso y obediente a la ley de Moisés" (Hechos 22,12); entre muchos otros personajes (Romanos 16,1-15. 21-23; Hebreos 11,1-38).

IV. El poder de la oración

El seguimiento del Señor va acompañado de grandes privilegios, porque Dios escucha la plegaria de los justos (1Pedro 3,12; Job 42,8; Salmo 34,15.17; Proverbios 15,29); como la súplica de Zacarías que es recompensada con el nacimiento de su hijo Juan Bautista, y eso que él y su mujer eran ya de edad avanzada (Lucas 1,13.18).  Jesucristo nos invita a pedir siempre por nuestras necesidades (Lucas 11,9-13; 1Juan 5,14-15); hay que hacer oración unos por otros (Santiago 5,16; Hebreos 13,18-19), y por los santos (Efesios 6,18). San Pablo anima en sus cartas a los hermanos a pedir por él (Romanos 15,30; Efesios 6,19; Filipenses 1,19), "por todo el pueblo de Dios" (Efesios 6,18; 2Corintios 1,11; Colosenses 4,3); el mismo los encomienda en sus oraciones (Efesios 1,16; Filipenses 1,4; Colosenses 1,3-9; 1Tesalonisenses 1,2; 3,10), invita a los fieles a rogar por toda la humanidad (1Timoteo 2,1-2). Los 24 ancianos y los ángeles suben ante el trono celestial las plegarias de todos los que pertenecen al pueblo de Dios (Apocalipsis 5,8; 8,3). Asimismo, encontramos casos de intercesión ante el Señor, como Abraham que pide detener el castigo contra Sodoma y Gomorra (Génesis 18,20-33), y por la salud de Abimelec (Génesis 20,17); Lot ruega ante los ángeles para que no destruyan la ciudad de Zoar (Génesis 19,20-21); Moisés clama por el faraón de Egipto (Exodo 8,28-29; 9,29-33), y por los pecados del pueblo elegido (Exodo 32,9-13, 30-32; Números 11,2; 14,11-19; 16,20-22); el rey David intercede para que no se castigue a los hebreos (2Samuel 24,17), y para que la peste se retire de Israel (24-25); Nehemías hace oración por los israelitas (1,6.11); la plegaria fervorosa del profeta Elías hace desaparecer y aparecer la lluvia en su Nación (Santiago 5,17-18); el profeta Jeremías ya muerto hace oración por el pueblo y la ciudad santa (2Macabeos 15,14), al igual que Samuel y Elías (Eclesiástico 46,23; 48,14-15).  María pide a Jesús en las bodas de Caná por el vino (Juan 2,3); un alto oficial del rey por la curación de su hijo enfermo (Juan 4,46-51); un capitán romano por su criado paralítico (Mateo 8,5-7); Jairo, el jefe de los judíos, para que resucitara a su hija (Mateo 9,18); la mujer cananea por su hija endemoniada (Mateo 15,21-22); el rico Epulón intercede por sus hermanos ante el padre Abraham (Lucas 16,27-28); María, la esposa de Zebedeo, por sus hijos Santiago (el mayor) y Juan (el discípulo amado) (Mateo 20,20-21); Marta y María Magdalena por su hermano muerto Lázaro (Juan 11, 20-21.32); y el apóstol Pablo por los navegantes en peligro (Hechos 27,23-24).

V. Las reliquias sagradas

Para la Iglesia Católica existe además una veneración a las "reliquias", que son restos humanos y vestimentas de los santos, ornamentos del culto sagrado y objetos de piedad; muchos de los cuales con poderes milagrosos por parte de Dios. Como el callado del patriarca Jacob (Hebreos 11,21); los restos mortales de José que fueron llevados desde Egipto hasta Siquem , para que fueran sepultados en la Tierra Prometida (Génesis 50,25; Exodo 13,19; Josué 24,32; Hebreos 11,22); a Moisés el Padre Eterno le promete que con su vara hará cosas asombrosas (Exodo 4,17), como sucedió ante los ojos del faraón Ramsés II (Exodo 7,9-12), con las plagas de Egipto (Exodo capítulos 7-8), cuando abrió en dos el mar rojo (Exodo 14,16), cuando hizo brotar agua de las rocas en el desierto del Sinaí (Exodo 17,5-6), y en la guerra contra los amalecitas (Exodo 17,9); Dios hace retoñar el bastón de Aarón, para que lo colocaran dentro del cofre sagrado (Números 17,7-10); la capa del profeta Elías abrió en dos oportunidades el río Jordán (2 Reyes 2,8.13-14); en cierta ocasión unos israelitas estaban enterrando a un hombre, arrojándolo a la tumba de Eliseo, pero tan pronto el cadáver rozó los huesos del profeta, resucitó y se puso de pie (2 Reyes 13,20-21). En la vida pública de Cristo, una mujer que desde hacía doce años estaba enferma con derrames de sangre, se curó instantáneamente al tocarle el borde de su túnica (Mateo 9,20-22), también sucedió lo mismo con los enfermos de Genesaret (Mateo 14,34-36). Por su parte, "Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo, tanto que hasta los pañuelos o las ropas que habían sido tocadas por sus cuerpo eran llevados a los enferrmos, y éstos se curaban de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos" (Hechos 19,11-12).

Diez verdades contra los testigos de Jehová

1. Mientras que la Iglesia Católica cuenta con pruebas bíblicas, históricas y arqueológicas que demuestran que fue fundada por el propio Cristo Jesús, cuando nombró al apóstol Pedro como su primer Vicario en la Tierra (Mateo 16, 17-18; Lucas 22,32; Juan 21,15-17). Los Testigos de Jehová solo empezaron a existir por Charles Taza Russeell, quien en el año de 1879, después de haberse separado de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (aunque esto no lo reconocen ellos), para fundar su propia organización llamada "La Sociedad Torre del Vigía" en Pennsylvania (EEUU). (El hombre en busca de Dios, Ed 1990, Pág 352). Pero conservando gran cantidad de creencias aprendidas en su antigua congregación. Asimismo, explican en su revista ¿Qué exige Dios de Nosotros?, en la pág 26 que "Jesús fundó una sola religión cristiana verdadera. Por lo tanto, hoy en día únicamente tiene que haber un grupo de adoradores verdaderos de Jehová Dios. (Juan 4,23,24; Efesios 4,4,5)". Más adelante, en la pág 28 aclaran que "La historia moderna de los testigos de Jehová empezó en la década de los setenta del siglo XIX". Conclusión, no son ellos la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo

2. Los Testigos de Jehová adoptaron oficialmente este nombre en el año de 1931, cuando su segundo presidente Joseph F. Rutherford lo tomó de un texto del profeta  Isaías (43,10.12). (La Atalaya, Pág 11; 1 de enero de 2000). Por el contrario, la Iglesia Católica que pertenece al pueblo del "Nuevo Pacto"(Mateo 26,28); somos testigos de Cristo (Juan 1,7;15,26-27) resucitado (Hechos 1,8; 2,32; 5,31-32; 10,39; 22,15; Apocalipsis 17,6). Además,  en el Nuevo Testamento a Dios se le reconoce como ABBA (Papá) (Mateo 6,9; Romanos 8,15; Gálatas 4,6). La Virgen María dice que el nombre de Dios Padre es "Santo" (Lucas 1,49). Incluso, el término "Testigos de Jehová" no aparece en ningún pasaje de las Escrituras Griegas

3. Los Testigos de Jehová no reconocen el dogma de la Santísima Trinidad (El hombre en busca de Dios, Págs 356-357). No obstante, en el Nuevo Testamento se nos confirma que Dios es una comunidad formada por tres personas divinas distintas. Prueba de ello lo encontramos en la anunciación del ángel San Gabriel a la Virgen María (Lucas 1,35); en el bautismo de Jesús en el río Jordán (Lucas 3,21-22); en la transfiguración en el monte Tabor (Mateo 17,1-5); en el mandato del Mesías de bautizar a todas las naciones (Mateo 28,18-19). Al igual, que en la bendición del apóstol Pablo a la comunidad de fieles de Corintio: "La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes" (2Corintios 13,14); y la declaración de San Juan: "Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo (Jesús) y el Espíritu Santo; y estos tres son uno" (1Juan 5,7). Véase también (Gálatas 4,4-6; Efesios 2,18.22; Hebreos 9,14; 10,29; 1Pedro 1,2; Judas 20-21).

4. Los Testigos de Jehová no son considerados como una congregación cristiana, ya que desconocen la naturaleza divina del Hijo de Dios (Filipenses 2,6-8; Colosenses 1, 15; Hebreos 1,3). Al respecto dicen de manera herética que Cristo Jesús es el arcángel "Miguel" (¡Despertad!;? Quién es el arcángel Miguel?,  págs 16-17; 8 de febrero de 2002). Desconociendo que la segunda persona de la Trinidad es llamado el "Emanuel" (que significa "Dios con nosotros"). (Mateo 1,23; Isaías 7,14); el nombre de Jesús quiere decir "Dios es salvación" (Lucas 1,31); El es superior a todos los ángeles (Colosenses 1,16; Hebreos 1,4-5; 1Pedro 3,22); el "Unigénito de Dios" (Juan 1,18; 3,16), quien también recibe en Las Santas Escrituras el prerrogativa exclusivo de "Dios" (Isaías 9,6; Romanos 9,5; Tito 3,4; Hebreos 1,5-9; 2Pedro 1,1; 1Juan 5,20). Mientras que "Miguel"(Quién como Dios), es "uno de los príncipes prominentes" (Daniel 10,13), lo que da a entender que existen otros "arcángeles" de su mismo rango, así no sean mencionados con nombres propios. Además ellos han modificado  dos citas que encontramos en su Biblia titulada "Traducción del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras":

a. La introducción del Evangelio de Juan: "En el principio ya existía la palabra (Jesús); y aquel que era la palabra estaba con Dios y era Dios". Mientras que en su Biblia aparece: "En el principio era la palabra...y la palabra era un dios" ; lo que daría a entender que Jesucristo es un "dios" falso (Exodo 20,3). Ante esta confusión teológica agregan: "Los testigos de Jehová creemos que Jesús tiene un origen divino, pero que no es un Dios" (La Atalaya, Pág 21; 1de diciembre de 2002). Es más, el término "la palabra era un dios", no se encuentra en ninguna de las más importantes traducciones de los Textos Sagrados, como la Biblia  católica de Jerusalén y la versión protestante Reina Valera. Igualmente, en su libro de cabecera que utilizan en la predicación en la calle llamado:  "Razonamiento a partir de Las Escrituras ", en la pág 67; reconocen ellos mismos: "Algunos traductores han permitido que sus creencias personales influyan en sus traducciones".

b. Dicen ellos que la voz de  mando de un arcángel en (1Tesalonicenses 4,16), es la de Miguel (Jesús); sin embargo la palabra de Dios explica que el  "Hijo del hombre" (Cristo Jesús) es quien "mandará a sus ángeles para que con un fuerte toque de trompeta reúna a sus elegidos" (Mateo 24,30-31), véase también  (Marcos 13,26-27; Mateo 16,27;25,31; apocalipsis 4,1; 8,6; 10,7). Incluso en la Biblia Miguel y Jesús tienen características diferentes, en Judas 9 dice que el arcángel no tenía autoridad de regañar al Diablo; al contrario de Jesús (Marcos 1,25-27), quien tiene el mismo poder desde  antes de venir al mundo (Juan 17,5; Hebreos 13,8). "Porque Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús (no a Miguel) de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él" (Hechos 10, 38). Además el Hijo de Dios  (Cristo Jesús) ha venido a la tierra "para deshacer la obra del diablo" (1Juan 3,8).

5. Los Testigos de Jehová dicen en su artículo "Un dilema teológico"  en La Atalaya del 1 de marzo de 1995, págs 29-31; que "los primeros cristianos rechazaban la enseñanza apóstata sobre la inmortalidad del alma humana". Por otra parte, la Iglesia Católica al igual que las más importantes iglesias cristianas y en compañía del judaísmo y el islamismo; creen firmemente que el hombre al haber sido creado a "imagen" y "semejanza" de Dios (Génesis 1,26), está dotado de una sustancia inmortal (el espíritu) que sobrevive después de la muerte (Génesis 35,18; Eclesiastés 12,7). Así lo testifica Jesús en el Calvario: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23,46), al igual que el diácono Esteban (Hechos 7,59); San Pablo nos dice que tenemos cuerpo, alma y espíritu (1Tesalonicenses 5,23). En esta "partida" (Filipenses 1,23) que es la muerte, el espíritu se separa del cuerpo (1Corintios 5,5); "Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponde mientras que estaba en el  cuerpo" (2Corintios 5,10); "Para resucitar en Cristo es necesario dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor"(2Corintios 5,8); "estamos siempre confiado, sabiendo que mientras habitemos en el cuerpo, caminamos lejos del Señor" (2Corintios 5,6); "Gemimos en este estado, deseando ardientemente que sea revestido de nuestra habitación celestial" (2Corintios 5,2; Hebreos 13,14), para ser trasladados "al reino de su amado Hijo" (Colosenses 1,13), y estar  "siempre con el Señor" (1Tesalonicenses 4,17). Si Cristo está en vosotros, el cuerpo ciertamente está muerto por el pecado, más el espíritu vive por la justicia" (Romanos 8,10-11); "hasta a los muertos ha sido anunciada la Buena Nueva" (1Pedro 4,6); Véase también (Hechos 2,31; Efesios 4,8-9; 1Pedro 4,6). Pues el Altísimo "no es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para El todos viven" (Lucas 20,38); asimismo "Cristo murió y volvió a la vida para ser Señor de muertos y vivos" (Romanos 14,9); y todo el que crea en su poder "aunque muera vivirá" (Juan 11,25). "Porque el hombre se va a su morada de eternidad" (Eclesiastés 12,5), a la Jerusalén celestial (Gálatas 4,26; Hebreos 12,22), "los lugares celestiales en Cristo" (Efesios 1,3; 2,6-7), ya que somos ciudadanos del cielo (Filipenses 3,20). Aquí también están las almas de los mártires (Apocalipsis 6,9-11; 20,4). Incluso , la parte que resucita en el hombre es el "espíritu" que vuelve a unirse al "cuerpo material"  (1Reyes 17,22; Ezequiel 37,5).

6. Los Testigos de Jehová escriben en su artículo "El pequeño ha llegado a ser mil" de la revista La Atalaya, del 1 de enero de 2000; pág 12. Que solamente 144000 elegidos "quienes, junto con  Jesucristo, son coherederos del reino celestial". Mientras que en el año 1935 se entendió que las "otras ovejas" pertenecen a la "gran muchedumbre" de todas las naciones...tienen la esperanza de vivir para siempre el en paraíso terrestre". De igual manera, afirman en otras publicaciones que el resto de la humanidad que no acepte sus enseñanzas, serán aniquilados de la faz de la tierra, incluyendo "todo el sistema de cosas perverso de Satanás, con su religión falsa (el cristianismo), sus políticos corruptos, su sistema comercial avariento y sin escrúpulos, y sus ejércitos destructores" (La Atalaya, 1 de febrero de 2004; pág 12).

Sobre este punto, han tomado al pie de la letra dos pasajes bíblicos del libro de las Revelaciones (7,9-14; 14,1). Sin embargo, los exegetas han explicado que el número "144000" es un número simbólico que no aparece en ningún otro texto de Las Escrituras, descifrado de la siguiente manera [12(equivalente a las doce hijos de Jacob) X 12(equivalente a los doce apóstoles) X 1.000 (equivalente a plenitud)]; es decir muchos serán los seres humanos que alcancen la salvación eterna en el cielo.

Jesucristo nos enseña a pedir por el reino de Dios en los cielos (Mateo 6,9-10. 33); Es más, en el sermón del monte, nos exhorta a creer que "los de corazón humilde recibirán la tierra como herencia", pero al final; ellos con los otros "bienaventurados" tendrán su recompensa en el cielo (Mateo 5,3-12, comparar con Salmo 37,11). Tampoco Cristo Jesús da un número preciso de los que irán al "reino de su Padre" en el juicio de las naciones (Mateo 25,31-46). Ya que "vendrán de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, y se sentarán a la mesa del reino de Dios" (Lucas 13,29); "muchos son los que vendrán" (Mateo 8,11); "la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos" (Hebreos 12,23), "todos los hombres verán la salvación de Dios"(Lucas 3,6; Isaías 40,5), que es "una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros" (1Pedro 1,4). Incluso en el  Apocalipsis los "144000" elegidos "han sido rescatados de entre los hombres como primicia para Dios y el cordero" (14,4). Sí los llama "primicia" significa que solo son los primeros en recibir la salvación, y aún faltan muchos más por venir  llamados "la gran muchedumbre" (7,9; 19,1).

Del mismo modo, el "paraíso" que menciona la palabra de Dios es el cielo como el que le promete Jesús en la cruz al buen ladrón (Lucas 23,42-43), y no un paraíso venidero en la tierra. Así lo da a entender el apóstol Pablo: "Conozco a un hombre que cree en Cristo y en que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu, Dios lo sabe. Pero sé que ese hombre fue llevado al paraíso"(2Corintios 12,2-4).

7. Al referirse a la Iglesia Católica utilizan términos como "falsa cristiandad", "Babilonia la grande", "religión apóstata" o "religión falsa" (La Atalaya, págs 4-5; del 1 de noviembre de 2001; La Atalaya, págs 19-22; del 1 de mayo de 2002). Para tener una clara idea del odio que sienten por nuestra religión, encontramos en La Atalaya del 15 de diciembre de 1999, en la pág 18, la siguiente descripción textual: "Poco después de la muerte de los apóstoles, se formó una clase clerical separada que oprimía al rebaño y usaba vestiduras distintivas. La apostasía se extendió como gangrena. Cuánto desanimó este hecho a los cristianos fieles. Vieron cómo un culto corrompido eclipsaba a la provisión recién establecida para la adoración pura, y todo ello sin siquiera haber transcurrido un siglo desde que Cristo fundó la congregación".

Lo que no tienen en cuenta  los Testigos de Jehová es que el Mesías al fundar su Iglesia, había advertido que de la misma "congregación de creyentes" iban a salir "falsos profetas" que querrán acabar con Ella (1Corintios 1,10; 11,18-19; Gálatas 1,6-9; 1Tmoteo 6,3-5; Tito 3,10-11; 1Juan 2, 18-19); lo que ya había sido pronosticado en la parábola de la "cizaña en el trigo" (Mateo 13,24-30), pero que en ningún momento podría exterminarla(Mateo 16,18; 28,20; 24,35). Pues es la misión de los pastores del verdadero rebaño (desde los inicios del cristianismo), cuidar de que esto no suceda (Hechos 20,25-30; Hebreos 13,7.17; Filipenses 1,1; Tito 1,5.9; 2.1), con la asistencia del Espíritu Santo (Juan 14,26; 16,13). Porque existe una íntima unión entre Dios, Jesús y la Iglesia "por todos los siglos y para siempre" (Efesios 3,21); y no a partir del año 1914, como lo dan  a entender en su tratado "Cultivemos la obediencia mientras se acerca el fin", La Atalaya,  págs 18.19; de octubre 1 de 2002.

8. Por ser una congregación fatalista, los Testigos de Jehová han anunciado de manera equivoca la segunda venida del "Hijo de Dios". Russell aseguró primero que sería en el año 1874 (El arpa de Dios, Ed 1954, Págs 239-242); después cambió la fecha para 1914 (La Atalaya, 15 de enero de 1892). Por su parte, el juez Rutherford lo hizo para 1925 (Millones que ahora viven no morirán jamás, Ed 1921, pág 88); y para ello, mandó a construir una enorme mansión en San Diego (California), llamada "la casa de los príncipes" para cuando resucitarán los patriarcas del Antiguo Testamento[La Biblia nos explica que Abraham, Isaac y Jacob estarán es en el reino de los cielos (Lucas 8,11)] .  Pero al ver que esto no sucedió, se fue él mismo a vivir allí hasta su muerte ocurrida en el año de 1942. Por último, su tercer presidente Natahn H. Knorr, le encomendó la misión a su vice-presidente, Federick W. Franz (quien luego sería el cuarto presidente); quien la profetizó para el año 1975 (Vida eterna en la libertad de los hijos de Dios, Ed 1966). Hoy en día, no se atreven a especificar otra fecha por temor a caer en la misma encrucijada, ya que muy tarde comprendieron la señal del Evangelio: "Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor" (Mateo 24,42).

Algo que sí han reconocido honradamente es en admitir que sus jefes máximos (siete en total), llamados como "el cuerpo gobernante" o también "el esclavo fiel y discreto": "Este grupo de fieles hermanos ungidos siguen siendo cristianos imperfectos. Aun teniendo las mejores intenciones, pueden equivocarse". (La Atalaya, pág 17; 1 de diciembre de 2002).

9. Otro error característico es la interpretación que tienen de la muerte de Jesucristo, pues todas sus representaciones artísticas de los últimos tiempos, lo muestran clavado en un "madero" en forma vertical, con las manos encima de la cabeza sujetadas por un solo clavo (El hombre más grande de todos los tiempos, Ed 1991; pág 125). No obstante, el Nuevo Testamento enseña que el Salvador murió en una Cruz (1Corintios 1,17), tal como aparece en su anterior libro "El arpa de Dios" pág 132; y en La Atalaya del 1 de enero de 2000, pág 9; aclaran que hasta "en la década de los años veinte, muchos Estudiantes de la Biblia (así se llamaban en ese entonces) llevaban una insignia con una cruz y una corona". Igualmente, el texto de Mateo (27,37), especifica que fue por encima de la cabeza del Señor que "pusieron un letrero, donde estaba escrito la causa de su condena", o también, en Juan (20,25), se habla de "las heridas de los clavos" en sus manos.

Por el lado de la arqueología también le da la razón a la Iglesia Católica y a las demás confesiones cristianas, pues se sabe de un descubrimiento realizado en 1968 al norte de Jerusalén, de los restos humanos de un condenado de unos 35 años de edad, crucificado y con los huesos aún perforados por un clavo de 18 centímetros. El estado de los huesos indicaba que los brazos de la víctima estaban efectivamente desplegados hacia los lados, y los tobillos fijados a la cruz.

10. En el plano médico los Testigos de Jehová han sido noticias muchas veces cuando alguno de sus integrantes o familiares, incluyendo pequeños niños han muerto por no suministrares una transfusión sanguínea para salvarles la vida. Según ellos, la sangre es sagrada y no hay que usarla para  ningún propósito humano (La Atalaya, Págs 29-31; del 15 de junio y del 15 de octubre, págs 30-31; del año 2000), y para ello, demuestran tal prohibición argumentando dos citas bíblicas (Levítico 17,11; Hechos 15,28-29).  Claro está, que la revelación divina nos explica que lo que contamina al hombre, no es lo que entra al cuerpo sino lo que sale de él (Mateo 15,11); porque "la sangre de Jesús es verdadera bebida de salvación eterna"(Juan 6,54-55). "Cristo puso fin a la ley que consistía en mandatos y reglamentos" (Efesios 2,15); con El se da una "nueva ley" (Romanos 7,6; 2Corintios 3,6); la prohibición del decreto mosaico de la sangre (1Samuel 14,32-33); queda completamente abolido en la "Nueva Alianza" (Hechos 10,9-15; Romanos 14,6.17; 1Corintios 8,8.10; 10,25-31; Gálatas 5,1.18;  Colosenses 2,16; 1Timoteo 4,1-4; Santiago 4,12). Dios es amor (1Juan 4,8), y sus mandamientos, son mandamientos de amor (1Juan 5,3); por lo tanto ¿Qué es más importante para Jehová: la ley antigua y al pie de la letra, o el amor?

La Nueva Era: "Religión" Neo-Pagana del siglo XXI

"A Dios no lo podemos conocer del todo, pero si podemos saber lo que no es"

San Agustín
(Obispo de Hipona y Doctor de la Iglesia).

I. Origen y propósito

El 3 de febrero del 2003, la Santa Sede dio a conocer un documento  titulado "Una reflexión cristiana sobre la Nueva Era", en dicho estudio se plantea la posición oficial de la Iglesia Católica con respecto a este movimiento científico- religioso que se remontan a la década de los años sesenta del siglo pasado; haciéndose popular en gran parte del mundo moderno. Su origen se debió al descontento de la juventud con la guerra en Vietnam, el movimiento hippie, la revolución de la Soborna en París y demás problemas sociales de la época. Sus líderes indujeron a las nuevas generaciones al uso de las drogas fuertes, el sexo libre, el rock pesado, la anarquía, el ateísmo y una rebeldía interior a todas los valores religiosos, morales y culturales establecidos en el judaísmo y el cristianismo. Su ideología abarca doctrinas extraídas del hinduismo, el budismo, creencias persas, caldeas, egipcias, el animismo, el panteísmo, la teosofía, el esoterismo, el ocultismo, la metafísica, el gnosticismo y la masonería.

El principal objetivo de la Nueva Era es la búsqueda del hombre como centro del universo, dando origen a un nuevo orden mundial dominado por una nueva religión. Se trata pues de un "supermercado" de creencias donde cada quien toma lo que le gusta y deja lo demás. Esta forma de pensar ha sido visto como la terminación del proceso evolutivo del "Super-Hombre",  propuesto  por  el  filósofo alemán  Friedrich Nietzche.

En resumidas cuentas la "Era Solar" como también se le conoce, tiene cinco puntos básicos:

1. No hay un fundador reconocido particularmente.

2. No hay un libro sagrado que contenga toda su doctrina.

3. No hay una estructura jerárquica organizada.

4. No tiene dogmas o mandamientos fijos.

5. No tiene un sistema religioso o filosófico propio.

Hay tres etapas a los cuales los de la Nueva Era quiere llevar a toda la humanidad, de una manera inconsciente:

1. "Iglesia Católica no, Cristo sí". En este primer punto se pretende desacreditar a la Iglesia Romano y los religiosos, para llevar al convencimiento de creer solamente en el maestro Jesús.

2. "Cristo no , Dios sí". En esta fase se llega por medio de la enseñanza en un nuevo  dios cósmico.

3. "Dios no, nueva religión sí". Se logra con la instalación de centros de culto donde se practica lo visto anteriormente, para encontrarse con el "super- yo".

Uno de los pilares para lograr tal fin, es cambiar el concepto teológico de un Dios "creador" y "omnipotente" por un dios "energía" o "fuerza"; quien se manifiesta en todo el universo como conjunto (panteísmo), siendo además incapaz de intervenir en los asuntos humanos. El hombre contemporáneo puede llegar a conectarse con este "nuevo dios", no por la gracia divina, sino por su propio poder interior. Se niega la existencia del bien y del mal, al igual que el pecado y la virtud. En este sentido reconocen el principio de las religiones orientales que admiten que todas las almas son divinas y forman una sola alma universal (Nirvana budista), además al no existir un Dios supremo toda persona es su propio juez. Incluso, cada individuo de acuerdo con su comportamiento terrenal determinará su próxima reencarnación (Karma hinduista). Comparar con (Salmo 68,28; Proverbios 15,3; Isaías 40,28-29;  Hebreos 4,13).

II. El papel de la astrología

La astrología también ha jugado un punto importante en la llamada "Era de la Luz", pues se sabe que la historia de la humanidad ha estado dividido en eras que se hallan regidas por determinadas constelaciones que coincide con la precesión de los equinoccios, que ocurre cada 2000 años aproximadamente; así por ejemplo:

A. Bajo la influencia de Tauro: (4230 a. C) surgieron los imperios y las religiones de Mesopotamia, como los persas y los egipcios; quienes tenían como emblema divino un toro o becerro, que aparece representado en varias pinturas y estatuidas de ese tiempo. además fue el mismo ídolo que los judíos idolatraron en el desierto del Sinaí (Exodo 32; Hechos 7,40-41).

B. Bajo la influencia de Aries: (2160 a. C) guió a la religión y la cultura judaica, representado por la figura de un cordero o un cabrito; animales propios para el sacrificio a Yahvé  (Exodo 12,5; Levítico 16,20-22).

C. Bajo la influencia de Piscis: (Desde el siglo I de nuestra era) símbolo del cristianismo, que se inicia con el nacimiento de Jesús, identificado por un pez; imagen que se encuentra desde los inicios del cristianismo en las catacumbas romanas. Esto se debe a que la palabra "Pez" en griego se escribe ICHTUS, que son las iniciales de la frase: "Jesús- Cristo- Hombre- Dios- Salvador).

D. Bajo la influencia de Acuario: (2026 d. C) este acontecimiento marcará el comienzo de la "Nueva Epoca". El signo del acuario es la mezcla de todas las religiones, pero principalmente las de Oriente, Asia, Africa y Oceanía. Será un tiempo de abundancia en doctrinas esotéricas y en sabidurías humanas (Deuteronomio 18,9-11).

III. La llegada del Nuevo Mesías

El plan de la redención humana que se cumple con el sacrificio de Jesús en la cruz, pasa a un segundo plano. Ya no es considerado como el "Hijo de Dios", sino un "Iniciado" o "Maestro Espiritual" con la misma importancia de "Buda", "Krishna", "Zoroastros", "Mazda", "Confucio", "Mahoma", "Gurúnanda", "Narayana", o "Ghandi". Siendo además sus enseñanzas válidas para todos los hombres (Teosofía); pues cada mensaje en complementario del otro, hasta que aparezca finalmente un "Maestro Mundial", quien encarnará la divinidad humana en los últimos tiempos. este "Nuevo Mesías" para los seguidores de la "Era Solar" se vio identificado cuando en abril de 1982, se anunció en los veinte periódicos más importantes del mundo el titular "Cristo ya está aquí", en la persona de Lord Maitreya; maestro por encima de todos los demás. Este extraño personaje asiático residente en Londres, de quien se decía que era nada menos que el Ungido para los judíos, el quinto Buda de los budistas, el Lord Krishna de los hindúes y el verdadero Cristo para los cristianos.

Maitreya es el nombre de una divinidad budista anterior al príncipe Shirdarta Gautama, el séptimo y último Buda (el iluminado). Incluso, se aseguraba que este mismo sujeto fue el maestro de Jesús de Nazareth, quien sólo había sido un Cristo temporal. Ahora que Maitreya ha llegado, desaparecerán las enfermedades, las penalidades y todos podrán convertirse en dioses mediante un procedimiento secreto que él dará a conocer a toda la humanidad (Comparar con Génesis 3,5). La actriz Shirley Maclane es llamada como la gran sacerdotisa del movimiento, ella enseña en su propio programa de televisión sus experiencias extra- dimensionales y ha escrito un libro relacionado con lo oculto y con el cosmos espiritual, también  afirma  que ha reencarnado nueve veces.

La veneración a la "Virgen María", lo han relacionado con la antigua idolatría que se rendía a la "diosa madre", como Isis en Egipto y Horus, la Mater Matuta del imperio romano, Kali en el hinduismo; o también llamada en la Biblia como la "diosa Reina del Cielo" (Jeremías 7,18; 44, 16-17).

IV. Variedad religiosa

La Era de Acuario pregona una serie de nuevas técnicas como la meditación trascendental, el método control mental Silva, la telepatía, el hipnotismo, el yoga, la gimnasia china, el zen, las regresiones hipnóticas y la armonía corporal; logrando así la proyección del "aura" o "cuerpo astral" de cada ser. Del esoterismo y el misticismo sobre sale la "angeología", estudio de seres alados (los ángeles) con diferentes nombres, que se pueden contactar por medio de normas que se explican  en libros, videos, cassettes y juegos de mesa. No se puede dejar a un lado la "ufología", estudio del fenómeno ovni y los extraterrestres, llamados como nuestros "hermanos mayores" del universo, o los "Elohim", palabra hebrea que significa "Dios".

V. El mercado de la era de acuario

Hoy en día es común ver centros de estudios, festivales espirituales, seminarios, conferencias de los llamados "maestros de la luz", donde se enseña la doctrina del movimiento Krishna, powa, reiki, akido, otaichi, el fenj shui, el shiatzu; acompañado de librerías, almacenes y centros naturalistas donde se consigue una amplia variedad de libros y revistas del doctor DeepaK Chopra, como su obra "Las siete leyes del éxito espiritual", al igual que Sri Ravi SanKan, otro hindú de la casta de los brahamanes; ambos recorren el mundo difundiendo sus costosos métodos de meditación oriental. Otros temas son los libros del Dalai Lama como "Los eternos valores humanos" y "Las religiones del mundo", el "Libro de los espíritus" de Allan Kardec, los de J.J. Benítez, asimismo de sanación física, macrobiótica, teosofía, superación personal, parapsicología, alquimia, ocultismo, metafísica de Cony Méndez, el significado de los sueños, música de relajación (o étnia), artículos traídos de Egipto, Israel, Filipinas y la India. Incensarios para aromatizar el ambiente, collares, anillos, bolas de cristal, velas de diferentes colores y magia blanca, candelabros hebreos, esencias de diferentes plantas, lectura del tarot, quiromancia (lectura de la mano) y numerología, es decir, la influencia de los números en la vida de las personas o el horóscopo de Walter Mercado. (Compara con Salmo 94,11; Proverbios  14,15; Daniel 12,4; Romanos 10,2-3; 1Corintios 3,18; Efesios 4,17-18; 1Tesanonicenses 5,20-21; 1Timoteo 6,20-21; 2Timoteo 3,7-8;  Tito 1,16; Hebreos 5,11-12; 1Juan 4,1).

VI. La medicina de la era luz

En el campo de la "Medicina Alternativa", según los bioenergéticos el cuerpo humano tiene receptores para cada tipo de energía que recibe el nombre de "Chacras", que son  meridianos o puntos específicos para cada parte del cuerpo; para lograr sus estímulos se cuenta con la homeopatía (Medicina con plantas), la acupuntura china, a electroacupuntura, que emplea un aparato llamado "dermatrón", la utilización de cuarzos, cristales, agujas,  pirámides, la cruz de Caravaca, Budas, el ángel solar dorado, la estrella de David,  la espada del ángel San Gabriel, el dragón rojo, el unicornio de bronce celta o pulseras de plata y oro. La fonoterapia, o sea el empleo de frecuencias acústicas emitidas por instrumentos mecánicos o electrónicos, que sirven para purificar las vibraciones negativas; la masoterapia, masajes  terapéuticos combinados con meditación y secciones de hipnosis, la cromoterapia, o manejo psicológico de los colores, que ayudan a fortalecer el sistema nervioso y síquico, la campanología, es decir, el arte curativo del sonido de las campana; como las tibetanas, egipcias y bizantinas; bien sea de oro para curar el cáncer y de plata para la migraña; o también la aromaterapia, utilización de los aromas naturales para mejorar la salud, el bienestar y la paz en el hombre cósmico.

VII. Conclusión final

Ante todo este panorama tan variado y peligroso para la fe del creyente, lo único que nos resta; es pedir con fervor la misma súplica que hiciera siglos atrás el salmista: "Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos;...encamíname en tu verdad" (Salmo 25,4-5).

La reencarnación: Verdad o Mito

"Al morir ...nacemos para la vida eterna".

San Francisco de Asís
Religioso -fundador de la órden de los frailes menores.

I. Las religiones orientales

EL HINDUISMO: Para esta religión de la India la reencarnación tiene su origen en los textos sagrados Vedas (Conocimiento), que aparecieron entre los años 800 al 500 a.C., aquí se enseña que con la muerte sólo desaparece el organismo, mientras que el alma (Atman), vive muchas vidas en diferentes cuerpos hasta completar la liberación de su ser (Moksha), por medio de un proceso de nacimiento, muerte y reencarnación (Samsara); la meta final consiste en romper dicho ciclo y llegar a estar eternamente en la presencia de Brahma, el "Espíritu Universal" o el "Océano Divino"; del que surgieron  todos los seres y al que deben retornar.

La reencarnación va íntimamente ligada al "Karma" de cada persona (la palabra Karma tiene dos significados: "acción" y "los resultados buenos o malos de toda actividad física o mental"); y en tal caso, la existencia futura del Atman está predestinada por el comportamiento de toda su vida terrenal, la que será favorable o miserable; ya que el Karma opera de una manera implacable con las personas que se dedican al mal, teniendo como castigo el renacer en algún animal inferior, planta o cosa. Del mismo modo, la ley del Karma es independiente del tiempo y el espacio; y por eso, nada tiene que ver que un individuo necesite trescientos o tres mil años de aprendizaje para evolucionar completamente.

Para la religión de los "mil dioses" los méritos propios de cada persona, pueden tener su recompensa con el renacimiento de alguna de sus divinidades, como es el caso de Shankara, filósofo, místico y poeta hindú; quien por su grado de santidad se le veía como la personificación viva de la diosa Shiva. Igualmente, en el Ramayana, poema épico de la literatura india, se narra que su héroe el príncipe Rama, era la reencarnación del dios Visnú.

El Budismo: Sus creencias religiosas se inicia con la aceptación del proceso de cambio (samsara), las personas mueren y renacen en uno de los seis reinos de la existencia universal, descritos en la rueda budista de la vida; entre ellos el cielo y el infierno, estados imperfectos en los que la reencarnación depende de los progresos que se haya hecho allí. Por último, todos los seres humanos irán al reino "sin muerte" llamado "Nirvana". La palabra Nirvana tiene su origen en el sánscrito y quiere decir "extinción", bien sea de las pasiones, de los errores y demás defectos propios; lo que trae como resultado final el colmen de la iluminación, la serenidad y tranquilidad sin limites. Por lo tanto, quien llega al Nirvana ha vencido a la muerte y el dolor físico.

Los budistas afirman que todos los individuos se reencarnarán varias veces antes del alcanzar el Nirvana, llamado también el "Gran Todo"; pero sólo los seres iluminados o "Budas" pueden recordar sus vidas pasadas; como  su fundador, el príncipe Sidharta Gautama (2500 a.C.), quien decía tener recuerdos de mil vidas anteriores. Asimismo,  los Lamas Tibetanos plenamente realizados (o Tulkus), pueden escoger las circunstancias de su próxima reencarnación, e incluso indicar el lugar exacto donde renacerán, en el cuerpo de un infante que nazca en ese preciso momento, y que deberá ser cuidadosamente buscado unos ocho años después por los monjes, gracias a determinadas señales y diversas pruebas de reconocimiento. El caso más conocido es el de su gran líder el Dalai Lama, cuyo espíritu ha renacido catorce veces hasta llegar al actual, Tenzin Gyatso (1935-  ).

La Sociedad Teosófica: Fundada en 1875 por la rusa Elena Blavatsky, en compañía de varios masones de Estados Unidos, y algunos espiritistas. Esta secta de  lo oculto y lo secreto pregona que cada uno va experimentando progresivas reencarnaciones hasta llegar a ser un dios o "Mahatma"; con la misión de gobernar todo el universo. Para llegar a esta meta tiene que pasar varios siglos, como le sucedió a su fundadora, quien aseguraba haber pasado por 32 reencarnaciones durante 72000 años.

II. El culto a los muertos

La doctrina que predica la existencia del cielo y el infierno como moradas eternas para el alma humana después de esta vida, es un hecho más constante y generalizado en la historia universal. Así lo demuestra las antiguas culturas como los babilonios, asirios y egipcios; quienes levantaron templos y pirámides destinadas a sus reyes y faraones para estar más cerca de ellos, y que luego despertarían en el más allá.

Por otra parte, para las religiones monoteístas como el judaísmo, las ofrendas a favor de los muertos son base de su fe; como lo constata la lectura del Machsor, libro de oraciones para los días sagrados del Yom Kipuer (La fiesta del perdón). También las iglesias  primitivas cristianas, a la cabeza con la Católica, los Ortodoxos Griegos y Rusos, los Arrianos, Nestorianos y Eutiquianos; conservaron en sus liturgias la costumbre de pedir por las almas de los fieles difuntos. Mientras que para el Islam esta práctica esta consignada en el libro del Corán.

III. El punto de vista bíblico

Los reencarnacionistas argumentan sus enseñanzas con las Sagradas Escrituras. Según ellos, se encuentran al menos unas 600 citas para testificar lo dicho, siendo las más importantes el encuentro de Jesús con Nicodemo, cuando le dice: "En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3,3); a lo que los exegetas y teólogos aclaran, que el Mesías está haciendo referencia al sacramento del bautismo, que nos hace "volver a nacer por el agua y el espíritu"(5-7). Así también cuando se dice que Juan el Bautista era el profeta Elías (reencarnado), que "ha venido ya" (Mateo 17,12); se da a entender que la fuerza del profeta recae en la misión del Bautista, quien fue el  precursor de la primera venida de Cristo, y Elías lo será de la segunda (Parusía).  De Igual manera cuando Juan es interrogado por una comisión del Sanedrín, si era realmente Elías, éste responde categóricamente  "no lo soy" (Juan 1,21). Sin embargo, se había predicho que Juan Bautista precedería al Mesías "con el espíritu y el poder de Elías" (Lucas 1,17; Malaquías 4, 5-6; Eclesiástico 48,10). En otra oportunidad, el Señor se encarga de decir que su primo no era Elías, pues éste "ha de venir" (Mateo 11,14); además el antiguo profeta de Israel se hace visible al lado de Moisés en la transfiguración en el monte Tabor (17,1-9).

La Revelación Divina también nos dice que "está establecido que los hombres mueran una sola vez" (Hebreos 9,27); con la muerte, "el polvo (o poéticamente 'el cuerpo') vuelve a la tierra como vino de ella, y el espíritu a Dios, que lo ha dado" (Eclesiastés 12,7). "Sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo" (Ezequiel 18,20). "Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponde, según lo bueno y lo malo que haya hecho  mientras estaba en el cuerpo" (2Corintios 5,10); además la resurrección del Salvador, y las realizadas por él, son la prueba de que cada alma fue creada para un cuerpo humano ((1Corintios 15,12-57). El apóstol Pablo agrega que al final de los tiempos habrá resurrección tanto de "buenos" como de "malos" (Hechos 24,15); que serán juzgados ante el tribunal supremo del Hijo de Dios (Mateo 25,31-46; Juan 6,40; Hechos 17,31; Apocalipsis 20,11-15).

IV. El Contexto teológico

La reencarnación presenta varias lagunas difíciles de explicar:

1. No puede definir con claridad en qué momento el alma humana empieza a existir

2. No se sabe cuántas vidas tienen que experimentar

3. No se determina cuánto tiempo tiene que pasar entre una reencarnación y la otra 

4. No está establecido cuánto tiempo dura todo este proceso de nacer, morir y renacer hasta alcanzar el ciclo final

5. No presenta una explicación lógica al origen del mal, pues si solamente los buenos o los menos buenos reencarnan en seres humanos; los malos que renacen en seres inferiores, tendrán una desventaja al no tener  conciencia de sus errores pasados.

Por otra parte, la Iglesia Católica desde sus raíces históricas siempre negó la reencarnación como un hecho real, y con la sola excepción de Orígenes (s. III), quien dudó si sería posible que se admitiera en el cristianismo; los demás Padres de la Iglesia como San Agustín, Tertuliano o San Jerónimo; la rechazaron tajantemente. Además el emperador Justiniano I fue uno de los principales enemigos de la misma, en el II concilio de Constantinopla en el siglo VI. La reencarnación fue definitivamente condenada por el magisterio eclesiástico en 1917, bajo el pontificado de Benedicto XV.

V. Las pruebas científicas

En estos últimos años se han hecho famoso en el mundo entero, las experiencias médicas de algunos psicoterapeutas, parapsicólogos y siquiatras como el doctor Brian Weiss; autor de varios libros sobre este tema, quien sostiene que es posible que con las llamadas "regresiones hipnóticas", los seres humanos puedan viajar por el pasado experimentando diferentes situaciones de otras vidas. Es importante aclarar que este método no es capas de demostrar científicamente la existencia de la reencarnación, pues muchos de los testimonios han sido imprecisos, incorrectos, no se ajustan a la realidad de los hechos;  varios pacientes coinciden en haber sido un personaje importante como "Cleopatra" o "Napoleón". También influye de manera especial fenómenos de percepción extrasensorial, telepatía, clarividencia o simplemente el terapeuta es quien induce a la persona a recrear una serie de situaciones irreales, sugeridas o predispuestas. Del mismo modo, se pone de manifiesto que solamente un 40%  de los individuos sometidos a esta prueba resultan positivo

Para muchos expertos este método tiene la misma fiabilidad que los sueños, ya que ambos son elaborador por nuestras fantasías, mezcladas con imágenes de momentos reales, de deseos y temores del subconsciente; que constituye un depósito de información mucho mayor del que podamos pensar. Es más, si las reencarnaciones sucesivas del alma humana fueran ciertas; nuestra memoria, que junto con la inteligencia y la libre voluntad, son facultades propias del individuo; sería correcto creer, que todas las personas en estado de normalidad síquica, sin recurrir a la hipnosis, deberían recordar perfectamente ciertos instantes de sus anteriores vidas.

Tampoco es de extrañarse el hecho de que los pacientes empiecen ha hablar en otros "idiomas", que a veces son comprensibles pero con frecuencia no lo son. Como los casos narrados en el Nuevo testamento, de los primeros cristianos que hacían uso del "don de Lenguas"; y a los que el apóstol San Pablo puso un toque de desconfianza,  pues "es preferible decir cinco palabras que se entiendan, para enseñar a otros, que decir diez mil palabras en lenguas extrañas" (1Corintios 14,19).