Entrevista a Mons. José Antonio Eguren, Arzobispo de Piura, Perú

Aparecida 2007
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe
del 13 al 31 de mayo del 2007 · Aparecida - Brasil
Visita del Papa
del 9 al 13 de mayo del 2007


Entrevista realizada por ACI Prensa
19 de abril del 2007

Cómo Presidente de la Comisión de Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Peruana ¿cómo ve el respeto por la vida del no nacido en Perú y en América Latina?

Con profunda preocupación porque el Perú y América Latina vienen siendo en los últimos meses, un campo de presiones muy fuertes de ciertas organizaciones abortistas que yo llamo de la "internacional de la muerte". Éstas están buscando, por diversos medios, tanto en el Perú como en América Latina, una despenalización sobre el tema del aborto.

¿Cuál debe ser el rol de los laicos y de las organizaciones pro-vida en la defensa de la vida? ¿Por qué los ataques son evidentes?

Lo principal es la oración. La oración debe ser siempre el primer recurso de un creyente, en particular de los laicos, como también de los clérigos y religiosos. Tenemos que rogar al Señor de la Vida con fuerza para que todas estas maniobras que buscan legalizar la muerte -porque el aborto es un crimen, es un asesinato-, no prosperen, esa es la primera actitud; y rogar de manera especial por los legisladores, por los dirigentes sociales en general para que sepan comprender que los concebidos y no nacidos son los más inocentes e indefensos miembros de nuestra sociedad y por lo tanto legislen en favor de la vida.

Además de la oración, también debe estar nuestra acción decidida, es decir, organizarnos, hacernos sentir. Para esto muchas veces son importantes escritos públicos, edición de programas audiovisuales que defiendan la vida humana, etc. Yo creo que de esta manera vamos logrando también sensibilizar a la opinión pública en torno a este tema. Hay que opinar abiertamente, salir en defensa de la vida cuando ésta sea atacada en las diversas maniobras que podamos nosotros descubrir, hay que desbaratar estas maniobras y evidenciar lo que se esta procurando hacer con ellas, que es institucional el asesinato y el crimen de los concebidos no nacidos.

Como usted decía organizarse, trabajar con estrategias muy bien planificadas y articuladas como lo hacen las organizaciones abortistas...

Hay diversos recursos que podemos nosotros apelar y tener, la organización de congresos, de seminarios, la edición de libros, de folletos de fácil divulgación. Yo creo que fundamentalmente y mayoritariamente el Perú es un país pro-vida, pero necesitamos sensibilizar mejor a la opinión pública en cuanto a este tema, brindarle los argumentos necesarios para que justamente esta actitud pro vida se mantenga firme en nuestra nación.

¿Cree que el aborto está ganando terreno en Perú en donde bajo la figura de terapéutico se le pretende introducir?


Yo no creo que este ganando terreno dentro del gente, si nos basamos muchas veces en las encuestas que se hacen mayoritariamente, la actitud de los peruanos es de un rechazo al aborto en todas sus formas. Lo que hay que hacer es explicar lo que de manera encubierta se quiere presentar bajo este eufemismo del aborto terapéutico, en rigor no existe el aborto terapéutico, no existe porque el aborto no cura nada a nadie, al niño lo mata y a la mujer la expone y la daña física y sicológicamente. Este término aborto terapéutico no pertenece al ámbito jurídico sino más bien a la propaganda abortista, nuestro código penal reconoce al aborto como delito y en este caso, al aborto terapéutico, solo lo exceptúa de la pena cuando es el único medio de evitar la muerte de la madre o un daño grave y permanente en su salud, pero el que no tenga pena no significa que no sea delito, es delito.

Y por otro lado, hay que decir que hoy día ya no existen situaciones médicas en las que haya que optar por la vida de la madre o del niño; por tanto, este artículo del Código Penal es inaplicable en la realidad. Entonces, si estas cosas las explicamos, la gente las comprenderá porque muchas veces la estrategia está en decir medias verdades, en encubrir la mentira con visos de verdad, en la desinformación y esto es lo que tenemos nosotros muchas veces que desbaratar y aclarar a la opinión pública.

¿Cómo ve a la institución familiar en América Latina, cuáles son sus retos y peligros?

Yo la veo seriamente amenaza y en ese sentido, creo que una de las cosas que tenemos que hacer y deberían hacer los legisladores y los gobiernos, es proteger más a la institución familiar que es la célula básica de la sociedad, y declarada por Benedicto XVI en el último Encuentro Mundial de las Familias, patrimonio universal de la humanidad.

Yo diría que en América Latina está seriamente amenazada y que tenemos que protegerla mucho más, yo considero que esa es la principal prioridad. Por otro lado, gracias a Dios en América Latina el sentido fuerte de familia se mantiene. Tengo fuerte esperanza que en la V Conferencia en Aparecida la familia aparezca como una prioridad en nuestro trabajo evangelizador y apostólico; todo lo que podamos hacer para fortalecer la unidad familiar, para que la familia siga siendo y sea un cenáculo de fe y amor, un santuario de la vida, en el fondo va a repercutir en beneficio de la sociedad y de nuestros países en un tejido social que sea sano y por lo tanto fraterno, solidario y justo.

No nos olvidemos que con una familia sana, donde realmente se viva la dimensión plenificadora del amor, de los esposos, entre de los padres con sus hijos, repercute para el bien de la sociedad como tal; pero ya hablando específicamente de la Iglesia, familias auténticamente cristianas que sean semilleros de fe serán garantía para que surjan abundantes vocaciones, tanto para la vida sacerdotal como para la vida consagrada y por eso también, el Papa Benedicto XVI en el último Encuentro Mundial de la Familia realizado en Valencia España, tocó un tema que era muy importante, la familia como trasmisora de la fe, es el primer ámbito, podríamos decir, dónde la fe se trasmite de padres a hijos y por eso siempre se ha dicho que la familia es el primer semillero de la fe donde ésta por un lado nutre las relaciones de vida de los que componen el hogar pero se trasmite de padres a hijos como la más hermosa herencia.


Entonces definitivamente la Iglesia esta consiente de ello y se esperan aportes concretos de la V Conferencia en estos temas de la vida y de la familia...


Si, yo tengo la más firme convicción de que por ahí va a ir mucho del trabajo, no nos olvidemos de esa definición tan clásica pero tan hermosa, la familia la Iglesia Doméstica; y la importancia para que el hogar permanezca siempre unido de centrar la persona de Jesucristo, Cristo tiene que estar en el centro de las relaciones familiares, cuando es así, el amor esta en centro vivificando, nutriendo la vida de un hogar y obviamente para que Jesús este en el centro de la vida familia nutriendo con su amor las relaciones de los esposos entre sí, de los padres con sus hijos, hay también una realidad muy hermosa que es justamente que nuestros hogares sean muy marianos, porque la presencia de la Virgen siempre atraerá la presencia de su Hijo y con la presencia de Jesús la presencia viva del amor que nutrirá a ese hogar en su relaciones de vida.

¿Cuáles han sido los principales aportes de la Conferencia Episcopal Peruana para la redacción del Documento de Síntesis de la V Conferencia, recientemente publicado?

Han habido muchos aportes, obviamente esta el tema de la familia, el tema de la juventud. No nos olvidemos que América Latina es un continente eminentemente joven y que en la Conferencia de Puebla, la tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, junto con el tema de la opción preferencial por los pobres, los obispos hicieron una opción preferencia por los jóvenes.
Otro acento que se ha marcado mucho es la necesidad de la promoción de las vocaciones y la formación cada vez mejor de los candidatos al sacerdocio. Pero algo que recuerdo también con profunda satisfacción es la valorización de los movimientos eclesiales como estas nuevas iniciativas del espíritu de Dios que son realmente don del Espíritu Santo para la Iglesia del tercer milenio como respuestas para que los católicos, los laicos, puedan formarse en la fe pero sobre todo el dinamismo apostólico que los movimientos tienen de irradiar, llevar y proyectar esa fe a todas las realidades y esferas de lo social. Finalmente, hablamos mucho sobre el tema de la santidad, es decir, no podremos aspirar a nada bueno sino ponemos en la prioridad de nuestros trabajos pastorales el tema de la santidad. Como nos lo recordaba el hoy Siervo de Dios Juan Pablo II, es la primera de las urgencias para la Iglesia del tercer milenio. Impulsar la santidad y comprender que esa siempre ha sido la respuesta de la Iglesia, tanto a sus propias crisis como a las crisis del mundo, son los santos los que verdaderamente transforman y cambian el mundo, son lo verdaderos revolucionarios me atrevería a decir.

Y hablando de la santidad, estamos en un tiempo especial, en tiempo de Pascua. ¿Cómo debemos aprovecharlo?

Es un tiempo para pensar la Pascua en el don de nuestro bautismo, el Papa Benedicto XVI lo decía de manera muy hermosa en sus homilías, tanto en la Vigilia de Pascua como en la misa del día de Pascua, el don de nuestro bautismo, por ese bautismo hemos sido incorporados a Cristo, le pertenecemos, en la vida y en la muerte somos de y para el Señor y en Él nuestra felicidad y nuestra vida plena. Pero no olvidemos que por el don de nuestro bautismo viene la exigencia de ser santos, es decir, hay una vocación universal a la santidad. Por el don de nuestro bautismo todos estamos llamados en la Iglesia a ser santos, los fieles laicos también, es nuestro bautismo el que nos exige esa santidad y ¿qué es la santidad?, es llegar a ser otro Cristo, es desplegar el don de la vida cristiana, el don de la vida de Cristo que el bautismo ha sembrado en mí, desplegarlo de manera plena y total. Santo es aquel que puede decir como San Pablo: “Vivo yo mas no yo es Cristo quien vive en mi”. Por lo tanto, el santo es aquel que piensa, siente y actúa como Jesucristo lo haría si estuviera en su lugar.
No nos olvidemos que América Latina es una tierra fecunda en santos y justamente yo creo que esta V Conferencia debe plantearnos el tema de impulsar la santidad en todos los estados de vida, en todas las vocaciones y generar una gran ola de santidad que será la que construirá la civilización del amor en nuestro continente.

¿Cuál va a ser su participación dentro de la V Conferencia como Arzobispo de Piura y Obispo Peruano?

Mis hermanos obispos han sido muy generosos en elegirme como uno de sus delegados. Mi anhelo y mi deseo es representarlos a todos y hacerme eco de sus inquietudes y también de las cosas que en la Asamblea que hemos tenido el pasado mes de enero hemos conversado. Somos ocho los delegados además del Cardenal, Arzobispo Primado de Lima, el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y seis los Obispos que hemos sido elegidos.
En lo personal me interesa mucho participar en las comisiones de familia y de defensa de la vida y también en el tema de juventud. Si pudiera de alguna manera participar en alguna de las comisiones que traten este tema, me encantaría participar, sino ya se encargará el Espíritu Santo de ponerme en la comisión donde más convenga mi participación y entonces pueda participar dando lo mejor de mí.