15 de febrero de 2016 / 07:30 AM
El Papa Francisco hizo una parada sorpresa en un monasterio de clausura en la mañana del domingo y recibió un regalo singular: un enorme ramo de rosas blancas. ¿Acaso fue una señal celestial?
Hace un año, cuando el Papa Francisco viajó a Filipinas, reveló que antes de cada viaje o ante una preocupación suele pedir "una rosa" a Santa Teresita de Lisieux, a quien tiene especial devoción.
"Cuando no sé cómo irán las cosas, tengo la costumbre de pedir a Santa Teresa del Niño Jesús, que lleve el problema en sus manos, y que me envíe una rosa", explicó el Pontífice a los periodistas en enero de 2015.