En su mensaje a los obispos, el Óbolo de San Pedro recordó que la colecta, a la que contribuyen los fieles de todo el mundo, "tiene un doble propósito: 1° Sostener la misión universal del Sucesor de San Pedro, quien, para tal efecto, se sirve de un conjunto de organismos, que toman el nombre de Curia Romana, y más de cien representaciones pontificias dispersas por todo el mundo; 2°. Apoyar las obras de caridad del Papa en favor de los más necesitados".
"Las dos finalidades –apoyar la actividad de la Santa Sede y contribuir a las iniciativas de asistencia humanitaria y desarrollo– ciertamente no se contraponen, si dicha colecta se invierte éticamente. De hecho, el resultado de las inversiones puede garantizar la continuidad y sostenibilidad de la acción de la Santa Sede a lo largo del tiempo", aseguró.
Sin embargo, indicó que "en la actualidad el Óbolo de San Pedro se usa principalmente para sostener las estructuras centrales de la Iglesia, a través de las cuales el Papa gobierna la Iglesia universal". Ante ello, informó que "se está llevando a cabo un proceso de estudio y reflexión dentro de la Santa Sede para identificar modos de reducir esta prevalencia en función al aumento destinado a fines benéficos, como sería posible, por ejemplo, en el caso de un incremento en los ingresos del fondo del c. 1271 CIC".