El Papa Francisco presidió esta tarde (hora local) una Misa en esta importante ciudad de Turquía. En su homilía el Santo Padre hizo una reflexión sobre el don de la unidad que da el Espíritu Santo y pidió que su gracia le permita a los cristianos ser testigos del Evangelio en todo el mundo.
A continuación la homilía completa del Santo Padre en la Catedral del Espíritu Santo de Estambul:
En el Evangelio, Jesús se presenta al hombre sediento de salvación como la fuente a la que acudir, la roca de la que el Padre hace surgir ríos de agua viva para todos los que creen en él (cf. Jn 7,38). Con esta profecía, proclamada públicamente en Jerusalén, Jesús anuncia el don del Espíritu Santo que recibirán sus discípulos después de su glorificación, es decir, su muerte y resurrección (cf. v. 39).