Santa Rosa de Lima, cuya fiesta se celebra cada 30 de agosto en el Perú y varios países del mundo, es la intercesora de los paralíticos, desahuciados y en fiebres altas, tal como se constata en los múltiples milagros de curación instantánea atribuidos a la Patrona del continente americano.
En los archivos del proceso de beatificación y canonización de Santa Rosa se habla de 9 milagros que fueron aceptados por la Santa Sede.
Uno de ellos es el de una niña de 9 años, llamada María Sánchez, quien era paralítica y no podía caminar. Sin embargo, luego de que sus padres hicieran una novena en el sepulcro de la Santa, la pequeña quedó curada.