En un comunicado del Obispado de San Nicolás se precisa que el 26 de mayo, el mismo día de la difusión del audio del P. Vázquez, se le pidió "que se retracte por el mismo medio. Inmediatamente, se retracta de los dichos vertidos, manifestando que eran mendaces, y que se arrepiente y pide perdón".
El comunicado del 1 de junio señala que "después de consultar a obispos, canonistas y a la nunciatura apostólica, se decidió que la pena que corresponde imponer es la 'reprensión' y una 'penitencia canónica', consistente en realizar un retiro espiritual de quince días en el monasterio benedictino de Luján, del 8 al 22 de julio próximo a fin de meditar y reflexionar acerca de su errónea conducta perpetrada como sacerdote".
Esta penitencia y reflexión, prosigue el comunicado, las deberá realizar el sacerdote sancionado "conforme a los contenidos morales, espirituales, teológicos y bíblicos que le serán indicados por el obispo diocesano, con la advertencia de que, en caso de reincidencia, la pena canónica será mayor, pudiendo llegar a la suspensión de su ministerio".
El texto indica finalmente que el P. Rodrigo Vázquez "firmó y aceptó las transcripciones puestas por escrito de los WhatsApp de difamación y retractación por considerarlas fieles, junto al acta de notificación del decreto episcopal, y se comprometió a cumplir la penitencia en el lugar y días determinados".