29 de noviembre de 2014 / 03:42 PM
Ser cristiano en un país donde la mayoría de la población es musulmana puede ser difícil, pero también una bendición. Así lo asegura el sacerdote mexicano Rubén Tierrablanca González, un fraile franciscano que sirve desde hace 11 años en la parroquia de Santa María Draperis de Estambul, en Turquía.
"Somos una minoría dentro de la minoría religiosa. De los cristianos, que son unos 100 mil en Turquía, el 65 por ciento sor armenios, y los católicos están representados por solo 25 mil. Vivir en Turquía como cristiano es una gracia y un gran reto. Gracia porque estamos en la raíz de la Iglesia y la presencia de los cristianos es importante, dado que Dios mismo ha querido que su Iglesia se desarrollara aquí. Y un desafío porque se ha descristianizado, en el sentido de población, somos pocos", explicó el P. Tierrablanca en declaraciones a ACI Prensa el 27 de noviembre desde Estambul.
Con 34 años de sacerdocio y 44 como religioso, el P. Tierrablanca es actualmente el responsable internacional de la fraternidad de los Hermanos Menores en Estambul, quienes se dedican al diálogo ecuménico e interreligioso en Turquía.