El P. Kwiriwi Fonseca denunció que los terroristas yihadistas no solo causan la muerte y desplazamiento de miles de personas en Mozambique, sino también secuestran cientos de niños para forzar a tomar las armas a los varones y casar y violar a las niñas.
El P. Fonseca sirve como sacerdote en Pemba, capital de la provincia Cabo Delgado (Mozambique). Además, es el responsable diocesano de las comunicaciones. La región de Cabo Delgado sufre la presión de grupos armados ligados al Estado Islámico (ISIS) desde el año 2017.
El sacerdote dijo a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que tras los ataques terroristas en Cabo Delgado en 2017, los yihadistas han dejado más de 2.500 muertos y más de 750 mil desplazados, y continúan secuestrando a un gran número de personas, sobre todo menores de edad.