Estos apostolados se unen al servicio diario de alimentación para ancianos y niños que se encuentra en el barrio Chapellín.
El fraile destacó que como Iglesia se vienen preparando para el cambio, porque "Dios quiere lo mejor para Venezuela", por lo cual es importante "hacer mayor conciencia de que merecemos un país mejor del que tenemos".
"Lo mejor que me puede haber pasado en la vida es ser fraile capuchino"
Fray Luis Antonio Salazar sintió el llamado alrededor de los 17 años.
"Cuando era adolescente, jamás quise ser cura ni mucho menos ser fraile capuchino. Comencé a sentir un vació a esa edad… quería ser arquitecto, para arreglar las casas del barrio pobre donde vivía; luego quise ser médico cuando a mi papá le dio un infarto porque quería ayudar a los enfermos; e incluso quise estudiar comunicación audiovisual", comentó.
Finalmente, Fray Luis estacó que la vida religiosa le ha permitido ser "arquitecto de la Iglesia, al buen estilo de San Francisco de Asís, médico de las almas y comunicador del evangelio".
"Yo descubrí mi vocación porque sentía que me faltaba algo en la vida, sentía tristeza. Hice la convivencia con los frailes y descubrí que era allí donde me sentía pleno y realizado como ser humano", concluyó.