20 de mayo de 2016 / 08:05 AM
Durante la Misa matutina en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco recordó las palabras que Cristo dijo a los fariseos sobre el adulterio, y reiteró que se debe enunciar la verdad de Dios, sin dejar de lado la comprensión ante la debilidad humana.
Francisco reflexionó sobre las trampas que los fariseos y los doctores de la ley ponen al Señor para que caiga y minar su autoridad y credibilidad entre las personas; tal como narra el Evangelio de hoy, cuando los fariseos preguntan a Jesús si es lícito para el hombre divorciarse de su mujer.
El Papa señaló que creyendo tener "toda la ciencia y la sabiduría del pueblo de Dios", un "grupito de teólogos iluminados" ponen una trampa al Señor, la "trampa de la casuística", pero que el Señor toma para ir más allá y llegar a la plenitud del matrimonio; algo que Cristo ya había hecho en el pasado con los saduceos al abordar el pasaje de la mujer que había tenido siete maridos, para señalar que en la resurrección ya no será esposa de ninguno, pues en el cielo no habrá ni mujer ni marido.