Luego de despedirse de las personas con las que compartió una visita de unos 40 minutos en la Casa de la Esperanza en Kkotognae y antes de encontrarse con los religiosos de Corea, el Papa Francisco se detuvo unos minutos para rezar ante el llamado "Jardín de los Niños Abortados".
El Santo Padre bajó del papamóvil kia en el que se transportaba para rezar unos minutos en este lugar, acompañado por un Obispo coreano y por el sacerdote que lo está acompañando en esta visita para ayudarlo con la interpretación del idioma local.
Con las manos juntas sobre el pecho, el Papa Francisco rezó en silencio ante este lugar en el que hay una gran cantidad de cruces blancas y en donde se aprecia una bella imagen de la Sagrada Familia, también de color blanco.