En este sentido, el Pontífice aconsejó algunas actitudes que el periodista debe cultivar, como no alimentar los eslóganes, que, "en lugar de poner en marcha el pensamiento, lo anulan"; no crear estereotipos; no conformarse con representaciones cómodas que retratan a "los individuos como si fueran capaces de resolver todos los problemas, o por el contrario como chivos expiatorios, sobre los que descargar toda la responsabilidad".
De este modo, el Santo Padre alertó que actualmente hay "demasiadas palabras hostiles" y explicó que el decir cosas malas sobre los demás "se ha convertido en un hábito para muchos, junto con el de clasificar a las personas" por lo que exhortó a recordar siempre que "cada persona tiene su dignidad intangible, que nunca se le puede quitar".
Por último, Francisco explicó que "el periodista humilde y libre trata de decir lo bueno, aunque más a menudo es el mal el que hace las noticias" por lo que animó a seguir informado "esa parte de la realidad que gracias a Dios sigue siendo la más extendida: la realidad de los que no ceden a la indiferencia, de los que no huyen ante la injusticia, sino que construyen con paciencia y en silencio. Hay un océano sumergido de bien que merece ser conocido y que da fuerza a nuestra esperanza".
"Los invito a ser un espejo que sepa reflejar la esperanza. Y deseo que sean mujeres y hombres humildes y libres, que son los que dejan una buena huella en la historia", concluyó.