Luego, el Papa cuestionó "mientras ves a tu alrededor hechos desconcertantes, mientras se levantan guerras y conflictos, mientras ocurren terremotos, carestías y epidemias, ¿tú qué haces? ¿Te distraes para no pensar en ello? ¿Te diviertes para no involucrarte? ¿Eliges el camino de la mundanidad para no tomar por la mano, tomar con el corazón estas situaciones dramáticas? ¿Miras hacia otro lado para no ver? ¿Te adaptas, sumiso y resignado, a lo que sucede? ¿O estas situaciones se convierten en ocasiones para testimoniar el Evangelio?"
"Hermanos y hermanas, en esta Jornada Mundial de los Pobres la Palabra de Jesús es una fuerte advertencia para romper esa sordera interior que nos impide escuchar el grito sofocado de dolor de los más débiles", recordó.
En esta línea, el Santo Padre lamentó que "también hoy, hermanos y hermanas, mucho más que ayer, muchos hermanos y hermanas, probados y desalentados, emigran en busca de esperanza, y muchas personas viven en la precariedad por la falta de empleo a causa de condiciones laborales injustas e indignas" y agregó que "los pobres son las víctimas más penalizadas de cada crisis".
"¿Tú corazón tiene lugar libre para esa gente? ¿mi corazón, tiene un lugar libre para esa gente? O ¿estamos tan ocupados con los amigos, los eventos sociales, las obligaciones?", preguntó.