El Papa Francisco, durante su viaje apostólico a Génova, se encontró con jóvenes misioneros y les animó a ir a la misión con un corazón abierto y listo para amar, y no ver la realidad como la ven los turistas: por medio de fotografías.
En el encuentro, en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, el Santo Padre habló sobre las transformaciones que se producen en el interior del que acude a las misiones. "El ser misionero te lleva a aprender a mirar. A aprender a mirar con ojos nuevos, porque con la misión los ojos se renuevan. Aprender a mira la ciudad, nuestra vida, la familia, todo lo que está a nuestro alrededor. La experiencia misionera te abre los ojos y el corazón".
El Papa dijo a los jóvenes que cuando decidan ir de misiones, no lo hagan como turistas. Ser verdaderos misioneros ayuda a dejar de ser "turistas de la vida para convertirnos en hombres y mujeres jóvenes que aman con compromiso la vida".