9 de agosto de 2020 / 05:25 AM
La imagen de Cristo bajo la tempestad, caminando sobre las aguas del mar de Galilea frente a unos aterrorizados apóstoles que al ver al Maestro pensaron que se trataba de un fantasma, es la escena evangélica empleada por el Papa Francisco durante el Ángelus celebrado este domingo 9 de agosto en la Plaza de San Pedro del Vaticano para mostrar cómo Jesús alimenta y fortalece la fe de los cristianos incluso ante las mayores dificultades.
Este episodio se produce inmediatamente después de la multiplicación de los panes y los peces para dar de comer a la multitud que seguía a Jesús por Galilea. "Después de haber dado de comer a la multitud con cinco panes y dos peces, Jesús ordena a los discípulos subir a la barca y volver a la otra orilla", explicó el Pontífice.
Una vez desembarcado en la otra orilla, Jesús se retiró a una colina para rezar solo. "Se sumerge en la comunión con el Padre". Mientras tanto, los discípulos de Jesús se quedaron en la barca en medio del lago.