4 de febrero de 2014 / 02:03 PM
Dios también llora y su llanto es como el de un padre que ama a los hijos y jamás los reniega incluso si son rebeldes, sino que los espera siempre. Lo dijo el Papa Francisco durante la Misa presidida esta mañana en la Casa de Santa Marta.
Según señala Radio Vaticano, las lecturas del día presentan la figura de dos padres: el rey David, que llora la muerte del hijo rebelde Absalón, y Jairo, jefe de la Sinagoga, que suplica a Jesús sanar a la hija. El Santo Padre explicó el llanto de David después de recibir la noticia del asesinato del hijo, no obstante éste combatiese contra él para conquistar el reino.
El ejército de David ha vencido, pero a él no le interesaba la victoria, "¡esperaba al hijo! ¡Solamente le interesaba el hijo! Era rey, era jefe del país, ¡pero era un padre! Y de esta manera cuando llegó la noticia del fin de su hijo, fue sacudido por un estremecimiento: subió a la habitación de arriba… y lloró".