El Papa Francisco, en un discurso dirigido a miembros de la Federación Luterana Mundial en el Vaticano, afirmó que católicos y luteranos "no pueden permitirse ser adversarios o rivales", y exhortó a "buscar y promover una mayor comunión en el amor y en la fe".
En su discurso, el Santo Padre hizo memoria del encuentro ecuménico que mantuvo con los miembros de la Federación Luterana Mundial en Lund el 31 de octubre de 2016 con motivo del Año de la Conmemoración de la Reforma.
Francisco señaló el motivo por el que aquel encuentro de oración ecuménica resultó tan importante para la unión de los cristianos: "Era importante encontrarse principalmente en la oración, porque el don de la unidad entre creyentes germina y florece por la gracia de Dios, no en función de proyectos humanos".