La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) solicitó a la dictadura de Nicaragua que libere al obispo Rolando Álvarez y a otros presos políticos.
La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua condenó el 10 de febrero al Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez Lagos, a 26 años y 4 meses de cárcel, acusado de ser "traidor a la patria".
La sentencia contra Mons. Álvarez se ejecutó sólo un día después de que el régimen deportara a 222 presos políticos a Estados Unidos. A ellos y al obispo los despojaron de la nacionalidad nicaragüense, basándose en una ley aprobada el 9 de febrero.