22 de octubre de 2019 / 04:06 PM
A cinco días de desatarse el caos social en Chile, Obispos y congregaciones hicieron un llamado a poner fin a la violencia y solucionar esta crisis cuya raíz no es política, sino moral.
El estallido social comenzó el lunes 14 luego de que grupos de estudiantes encabezaron manifestaciones masivas en varias estaciones del Metro de Santiago, en respuesta a la convocatoria que alentó a ingresar al tren subterráneo sin pagar el pasaje que aumentó a 830 pesos chilenos (unos 1,17 dólares).
Esta acción se mantuvo durante la semana en distintos horarios, hasta que el jueves 17, algunos grupos comenzaron a destruir los torniquetes de ingreso y dañar las estaciones y la vía pública. Al día siguiente aumentó violencia y esto obligó a las autoridades a decretar el estado de emergencia y toque de queda para intentar restablecer el orden.