Ante la creciente ola de inseguridad ciudadana en el Perú, los obispos de ese país pidieron a la sociedad no ser "indiferentes a todo signo de violencia verbal o física, de corrupción y deshonestidad". Esto a través de un comunicado que fue leído en conferencia de prensa el 23 de enero, en la sede de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
Con motivo de su 105° Asamblea Plenaria, los prelados peruanos inician este mensaje expresando su preocupación por el incremento de robos, asaltos y asesinatos que desconciertan a la sociedad. Así como por el hacinamiento de los centros de reclusión que reproduce y alienta la violencia, en medio de la corrupción política.
"La conjunción entre corrupción, narcotráfico e inseguridad ciudadana genera un círculo vicioso que aniquila personas, violenta los derechos humanos, destruye la naturaleza, debilita nuestras frágiles instituciones sociales y políticas, y frena el desarrollo integral de un país", expresaron.