En el difícil contexto social que vive Chile, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de ese país (Cech), pidió "evitar más derramamiento de sangre" y velar por el respeto de los derechos fundamentales.
A la fecha, 15 regiones en Chile se encuentran en estado de emergencia luego de los violentos incendios y saqueos ocasionados el fin de semana. En algunas zonas se decretó toque de queda, que limita la libertad de desplazamiento y reunión durante la noche.
Sin embargo, existe preocupación por la extrema violencia con la que se ha intentado restablecer el orden. Hasta el momento los disturbios han dejado 15 fallecidos y unos 2.600 detenidos.