Un grupo de científicos comprobaron que la Sábana Santa de Turín (Italia) muestra signos de sangre de una víctima de tortura y desmiente los argumentos de que el manto que habría envuelto el cuerpo de Jesucristo fuera pintado.
La investigación, que confirma las hipótesis de investigaciones anteriores, como la del bioquímico Alan Adler en los 90, fue llevada a cabo por el Istituto Officina dei Materiali en Trieste y el Instituto de Cristalografía de Bari, ambos bajo el Consejo Nacional de Investigación de Italia, así como el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua.
El estudio fue publicado el 30 de junio por la revista científica PlosOne bajo el nombre "New Biological Evidence from Atomic Resolution Studies on the Turin Shroud" (Nueva evidencia biológica de los estudios de resolución atómica en la Sábana de Turín), y se basó en pruebas experimentales de estudios de resolución atómica y estudios médicos recientes sobre pacientes que sufrieron múltiples actos de trauma y tortura.