La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes de Argentina (CEMI), señaló que los niños migrantes son las principales víctimas del trabajo infantil y animó a continuar con los esfuerzos por estos pequeños que necesitan del generoso servicio de la sociedad civil y de la Iglesia en el país.
En su mensaje por el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil propuesto por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la CEMI señaló que son principalmente los niños "quienes más sufren las graves consecuencias de la migración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales".
"Son numerosos los que forman parte de nuestras comunidades, barrios y ciudades, venidos en su mayoría de los países limítrofes de nuestra Patria", agregó.