Las hermanas trapenses de Nicaragua, cuya Orden llegó desde Argentina en 2001, anunciaron que han dejado el país centroamericano tras 22 años de trabajo y servicio.
En una publicación en su página de Facebook, las monjas explican: "Nosotras, las hermanas trapenses de Nicaragua, hemos dejado voluntariamente el país".
Las religiosas señalan como razones para tomar esta decisión, "motivos de la Orden", la "falta de vocaciones" y la "ancianidad de varias hermanas", entre otras.