Mons. Pietro Parolin, que en octubre asumirá el cargo de Secretario de Estado Vaticano, afirmó que adoptará las líneas de trabajo que exhibidas por el Papa Francisco, que son una "renovada voluntad de acercamiento de la Iglesia con el mundo" y el fomento del diálogo ecuménico, interreligioso y con las personas descreidas.

"Me pondré al servicio del Papa. Las líneas fundamentales de este pontificado que ya han aparecido son la renovada voluntad de acercamiento de la Iglesia con el mundo y sobre todo con la gente más pobre y necesitada. Y la línea del diálogo. Me pondré al servicio de estas dos opciones del pontificado", dijo en entrevista el pasado 11 de septiembre con el programa VDR, de Roman Lejtman, en FM Millenium.

Aunque no ahondó en detalles sobre la Secretaría de Estado, Mons. Parolin afirmó que la Iglesia siempre apoyará toda iniciativa que acerque una solución pacífica de los conflictos, como el que golpea Siria.

"Acá se están redibujando todos los escenarios. Desde la caída del Muro de Berlín se preveía una nueva realidad en el mundo, y no es menos complicada que antes. Creo que la Iglesia tiene muchas herramientas para ayudar al mundo a vivir en paz en este nuevo contexto, y que tiene que ofrecerse al menos para mostrar iniciativas y propuestas que sirvan para componer las diferencias con vista a un bien común de todos", señaló.

El hasta ahora Nuncio en Venezuela indicó que es fundamental que las diferencias "que hay en cualquier grupo humano no se vuelvan conflicto, contraposición, sino que se integren en una visión superior para el bien de todos. Creo que la Iglesia, que es una comunión, y que precisamente se presenta a sí misma como un conjunto de personas que se encuentran en la fe en Jesucristo, a pesar de sus diferencias, puede ofrecer mucho beneficio al mundo".

El Prelado indicó que será "un trabajo largo y complicado" erradicar del mundo los fundamentalismos religiosos que promueven conflictos armados. Recordó las palabras del Beato Juan Pablo II de que "las religiones están al servicio de la paz. Su vocación, que es el encuentro con Dios, tiene que desplegarse al nivel de la relación con los hombres, y quitar toda legitimidad a una interpretación violenta de la religión".

"Hay que mirar al mundo y a los demás con una perspectiva de fraternidad, sintiendo que somos responsables unos de los otros. Esto tendría que traducirse después en decisiones concretas, pero creo que el papel de la Iglesia es sembrar estos principios y criterios sobre los cuales construir el edificio de la paz. Como decía el Papa Juan XXIII, los pilares de la paz son el amor, la justicia, la verdad y la libertad", recordó.

El Prelado se refirió a la denuncia que hizo el Papa Francisco sobre el tráfico de armas en el ángelus del domingo 8 de septiembre. Mons. Parolin valoró la valentía del Pontífice y dijo que "está bien que haya denuncias sobre actores que perturban la paz. Ciertamente, si queremos la paz tenemos que evitar todo lo que puede conducir a la guerra, ¡y las armas sirven para la guerra!".