Hace unos días diversos medios de comunicación alrededor del mundo informaron que en Macerata –localidad en el centro de Italia– una religiosa de clausura había llegado al hospital aduciendo dolores de estómago y que había dado a luz a un bebé. Sin embargo, tal como reveló luego la abadesa del convento, la mujer no era una novicia, sino una joven africana que había sido violada y acogida por las religiosas.
El hecho ocurrió el sábado pasado, cuando la mujer de 35 años originaria de Burundi llegó al hospital acompañada de unas religiosas del monasterio Santa Clara de San Severino. Al ser revisada, los médicos constataron que en realidad estaba embarazada y que los dolores eran señal de que estaba a punto de dar a luz.
Sin embargo, la confusión fue alimentada porque la joven llegó vestida con ropas del convento, pero sin el velo que usan las religiosas.