Al final del tercer día de su viaje apostólico a Irak, el Papa Francisco celebró este domingo 7 de marzo una conmovedora y multitudinaria Misa ante miles de personas en un estadio de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, la región que refugió a los cristianos que huyeron del Estado Islámico.
Se trató del evento más numeroso después de las diversas citas en Bagdad, la llanura de Ur, Mosul, Qaraqosh y tras haber encontrado en privado a las autoridades kurdas en una sala del aeropuerto de Erbil. Además, según el programa del viaje, este es el último acto público en el que el Santo Padre pronunció una homilía y un breve discurso.
El Santo Padre recorrió el estadio en papamóvil saludando y bendiciendo a las personas que lo recibieron con mucho entusiasmo, mientras el coro entonaba cantos de bienvenida. Ha sido la única ocasión durante todo el viaje en que el Papa utilizó un coche abierto.