La renuncia de Benedicto XVI “fue un gesto grandioso” de amor a la Iglesia

La renuncia de Benedicto XVI “fue un gesto grandioso” de amor a la Iglesia
El Papa Francisco y el Papa Benedicto XVI en una imagen de archivo. Foto: Vatican News

Mons. Alfred Xuereb, Secretario General de la Secretaría para la Economía y Segundo Secretario de Benedicto XVI durante 5 años, aseguró que la renuncia del Papa Emérito "fue un gesto grandioso" de amor a la Iglesia que "todavía algunos deben comprender mejor".

En declaraciones concedidas a Vatican News con motivo del 5 aniversario de la renuncia pontificia, que se cumplirán el próximo 11 de febrero, Mons. Xuereb explicó las circunstancias en que se produjeron aquel "gesto sorprendente".

El Papa "comprendió, especialmente durante el vuelo a México, que ya no estaba capacitado para hacer largos viajes. Y poco después iba a llegar la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil, y por lo tanto se dio cuenta de que ya no podía viajar más, hacer todos esos esfuerzos".

Benedicto XVI "hizo un gesto heroico, en mi opinión, porque pensaba sobre todo en la Iglesia, en el amor por la Iglesia, que era mucho más grande que el amor por sí mismo".

Además, señaló que visitó al Papa Benedicto el pasado mes de octubre y que lo encontró en buen estado. Benedicto XVI "me invitó el día de mi cumpleaños, el pasado 14 de octubre, para celebrar la Misa y desayunar con él. Lo encontré con una mente muy viva, preguntaba muchas cosas. Después, la mirada que me dirigía durante el desayuno me hacía pensar: '¡Pero qué contento estoy de volver a verle!'".

Durante la conversación, el Papa Emérito "recordaba muy bien aspectos particulares de mi familia, de mi madre, ¡incluso se acordaba de los gatos de mi madre!". "Obviamente, está muy frágil desde el punto de vista físico. Tiene casi 91 años", recordó.

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Recuerdos

Por otro lado, Mons. Xuereb rememoró los días de la renuncia. Para él, los momentos más intensos vividos al lado del Benedicto XVI "fueron, obviamente, los vinculados a su renuncia".

"Recuerdo bien aquel 5 de febrero de 2013 cuando el Papa Benedicto me invita a sentarme en su estudio y me anuncia la gran decisión de su renuncia. A mí, en aquel momento, me vino preguntarle de forma espontánea: '¿Pero por qué no lo piensa un poco?', pero luego no se lo pregunté porque estaba convencido de que lo había rezado mucho".

También en aquel momento, Mons. Xuereb rememoró una costumbre de Benedicto que entonces comprendió:

"Durante un período bastante largo, antes de comenzar la celebración de la Misa en la capilla privada, el Papa permanecía largo tiempo en oración en la sacristía, a pesar del reloj que marcaba ya la hora del inicio de la Misa. Ignoraba el reloj y permanecía en oración delante del Crucifijo que estaba en la sacristía. Ahora estoy convencido de que en aquellos momentos de oración estaba rezando por algo muy importante. Pensé: 'Estoy convencido de que rezaba por esto'".

Como es lógico, el otro momento importante "fue el anuncio público durante el Consistorio del 11 de febrero. Yo lloraba todo el tiempo, y también durante la comida, cuando él comprendió que estaba emocionado. Yo le pregunté: 'Santo Padre, ¿pero usted estaba tranquilo, estaba sereno?'. Y él contestó con un decidido 'sí'. Estaba sereno porque estaba seguro de haber meditado bien y por ello estaba en paz, en la voluntad de Dios".

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Por último, Mons. Xuereb destacó la estrecha y fraternal relación entre el Papa Francisco y el Papa Benedicto. "Desde muy pronto, el Papa Francisco ofreció la definición exacta: 'Tenemos el privilegio de tener al 'abuelo' en casa'. Tenemos, por lo tanto, una memoria histórica viviente en la cual podemos recurrir. Y estoy seguro de que el Papa Francisco hace eso".

Estado de salud de Benedicto XVI

En una reciente carta del Papa Emérito publicada por el diario italiano Il Corriere della Sera, Benedicto XVI aseguró sentirse conmovido por todas las personas que desean saber su estado de salud. "Solo puedo decir al respecto que, en la lenta disminución de mis fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia Casa", afirmó.

En respuesta a una pregunta suscitada por esta carta del Papa Emérito, el Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Angelo Becciu, informó en una breve declaración a la prensa que Benedicto XVI "físicamente tiene un poco de dificultad, pero hace sus habituales paseos. Mentalmente está fresquísimo".

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