Todos, por lo tanto, estamos llamados a acoger con mente y corazón abiertos, la Palabra de Dios que la Iglesia cada día dispensa, porque esta Palabra tiene la capacidad de cambiarnos desde adentro, ¡sólo la palabra de Dios tiene esta capacidad, de cambiarnos bien desde adentro, desde nuestras raíces más profundas! Tiene este poder la Palabra de Dios, ¿y quién nos da la Palabra de Dios? La madre Iglesia. Nos amamanta desde niños con esta Palabra, nos cría durante toda la vida con esta Palabra. ¡Y esto es grande! ¡Es precisamente la madre Iglesia, que con esta Palabra de Dios, nos cambia desde adentro! La Palabra de Dios que nos da la Madre Iglesia nos transforma, hace nuestra humanidad no palpitante según la mundanidad de carne, sino según el Espíritu.
En su cuidado maternal, la Iglesia se esfuerza por mostrar a los creyentes el camino a seguir para vivir una existencia fecunda de alegría y paz. Iluminados por la luz del Evangelio y sostenidos por la gracia de los Sacramentos, especialmente la Eucaristía, nosotros podemos orientar nuestras elecciones al bien y atravesar con valentía y esperanza los momentos de oscuridad y los senderos más tortuosos, que los hay, ¡en la vida también los hay! El camino de salvación, a través del cual la Iglesia nos guía y nos acompaña con la fuerza del Evangelio y el apoyo de los Sacramentos, nos da la capacidad para defendernos del mal.
La Iglesia tiene el coraje de una madre que sabe que debe proteger a sus hijos de los peligros que resultan de la presencia de satanás en el mundo, para llevarlos al encuentro con Jesús. Una madre siempre defiende a los hijos. Esta defensa consiste también en el exhortar a la vigilancia: vigilar contra el engaño y la seducción del maligno. Porque si también Dios ha vencido a Satanás, este siempre vuelve con sus tentaciones, nosotros lo sabemos, todos nosotros somos tentados, hemos sido tentados y somos tentados. A nosotros nos corresponde no ser ingenuos, él viene como "león rugiente" dice el apóstol Pedro. Nos corresponde a nosotros no ser ingenuos sino vigilar y resistir firmes en la fe. Resistir con los consejos de la madre, resistir con la ayuda de la madre Iglesia, que como buena madre, siempre acompaña a sus hijos en los momentos difíciles.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos y recibirás las noticias más relevantes para tu vida de fe.