El Patriarcado Ortodoxo Ruso de Moscú rompió lazos con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla debido al anuncio que hizo este último para reconocer una Iglesia Ortodoxa autónoma en Ucrania.
La ruptura se originó en la decisión de Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla y el "primero entre iguales" en la Iglesia Ortodoxa a nivel mundial, de emitir una declaración el 11 de octubre en la que confirma los planes para tener una Iglesia Ortodoxa Ucraniana autónoma; y restablecer los lazos con la cismática Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Kiev.
El plan de Bartolomé I de crear una sola Iglesia que se gobierne a sí misma en Ucrania y que esté guiada por su propio patriarca, está motivado por el deseo de unificar a los 30 millones de ortodoxos que viven en ese país.