El Claustro de San Dámaso del Vaticano acogió este domingo 4 de octubre el juramento de 38 nuevos Guardias Suizos que han jurado servir al Romano Pontífice y a la Iglesia.
La ceremonia debería haberse celebrado el pasado 6 de mayo, fecha en que se conmemora la caída en servicio de 189 guardias que murieron en 1527 defendiendo al Papa Clemente VII frente a las tropas del Emperador Carlos V durante los sucesos del Saqueo de Roma.
Durante el juramento, que tuvo lugar en privado con la única asistencia de los familiares de los nuevos reclutas, los guardias suizos vistieron con el uniforme de gala, incluida la armadura que emplean exclusivamente cuando el Santo Padre realiza la bendición "Urbi et Orbi" en Navidad y Pascua.