Otra de las preguntas que le formularon trató de la oración. El Papa recordó su época de seminarista: "Cuando yo comencé en el preparatorio teníamos que rezar una oración mental durante una hora. Y luego teníamos quince minutos de examen de conciencia sobre cómo había ido la oración. Y muchas veces veía que era una oración artificial".
En este sentido, indicó que la mejor forma de orar es continuar el camino emprendido en casa y luego en las catequesis de la parroquia.
"El camino de la oración comienza con las oraciones que has aprendido en casa, que has aprendido cuando te preparaste para la Primera Comunión. Y a partir de ahí vas adelante por el camino que el Señor te indica. Con la espiritualidad de la congregación. Empezar a rezar con las oraciones que has aprendido en casa, en la catequesis…, y después seguir creciendo en la oración. Una oración normal, que te ayude a confiar".
"Una buena guía de oración es la Virgen. En la oración, también normalidad. Como por ejemplo cuando podemos estar enfadados con Dios. También eso es una oración".