Hoy El Salvador está de fiesta pues se celebra el día de Nuestra Señora de la Paz, la advocación mariana cuya imagen encontrada en una caja abandonada en el mar fue determinante para la pacificación del país, agitado por las revueltas entre la población en 1682.
En enero de 1833, cuando el país estuvo nuevamente agitado por enfrentamientos, ahora entre los llamados monualcos y migueleños, la Virgen realizó otro milagro.
El bando triunfador al mando del coronel Benítez, quien junto a sus tropas entró en la ciudad San Miguel, en vez de tomar represalias hizo colocar la bendita imagen en el atrio de la iglesia y a los pies de María se juró solemnemente no guardar rencores y borrar el odio de los corazones para que la paz origine fraternidad y reconciliación.