Un hospicio canadiense está en riesgo de perder el financiamiento del Gobierno por negarse a realizar la eutanasia a pacientes que solicitan "muerte asistida".
Fraser Health Authority (FHA) es una organización financiada con fondos públicos que se encarga de administrar el cuidado de la salud de 1,6 millones de personas en la provincia canadiense occidental de Columbia Británica.
En setiembre del 2016, cerca de tres meses después de que la eutanasia sea legal en Canadá, FHA emitió una nueva política para solicitar a todos los hospicios que reciben más del 50% de fondos provinciales para sus camas, que ofrezcan la eutanasia a sus residentes.